El buque de aprovisionamiento de combate Patiño, propiedad de la Armada española y con base en Ferrol, zarpó ayer desde la estación naval de A Graña y puso rumbo al océano Índico para participar durante los próximo seis meses, hasta principios de mayo de 2018, en la operación Atalanta contra la piratería. La misión busca evitar el abordaje y secuestro de barcos, principalmente mercantes, por piratas somalíes en aguas del cuerno de África.