El catedrático en Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidade da Coruña (UDC), José Manuel Sobrino, participó esta semana en el V Congreso de sostibilidade social e económica do sector pesqueiroV Congreso de sostibilidade social e económica do sector pesqueiro, organizado por la Fundación Rendemento Económico Mínimo Sostible e Social (Fremss) en la lonja de A Coruña, donde explicó cómo será la salida de Reino Unido de la Unión Europea, un proceso que ve como una oportunidad para Galicia.

-¿Hubo avances desde que comenzaron las negociaciones para concretar el Brexit ?

-Hubo cinco rondas en medio año, pero en ninguna de ellas se trató temas de pesca. Las únicas cuestiones relacionadas, no muy de cerca, con asuntos que pueden afectar a la pesca son las discusiones sobre la libre circulación de personas. La Administración británica proporcionó ideas relacionadas con procedimientos administrativos más sencillos para los ciudadanos europeos que residen en Reino Unido y que afectarían a los trabajadores del mar gallegos. Empieza a hablarse de circulación de mercancías. Los temas técnicos de pesca, la actividad o la libre circulación de productos no están tratados.

-¿Cuál es la fecha límite?

-Marzo de 2019, pero las negociaciones van bastante lentas, hay desconcierto en cuanto a la agenda y difícilmente se puede cumplir ese plazo, que puede ampliarse.

-¿Debería ser la pesca un asunto prioritario?

-Hay otros temas que los negociadores estiman que son más urgentes. El primero, el pago de una suma importante que Reino Unido deberá abonar por su marcha. Esto es importante también para Galicia porque Reino Unido contribuye en los fondos estructurales, entre ellos los referentes a la actividad marítima y la pesca, y los protocolos financieros de los acuerdos pesqueros. Otros temas en los que se concentran las negociaciones son la situación de Irlanda y el de la ciudadanía europea y la libre circulación de personas. Mientras no se resuelvan estos tres asuntos no se entrará en cuestiones más técnicas. La pesca, las actividades pesqueras, no son cruciales en las negociaciones. Es un tema importante para Galicia, pero hay otras prioridades.

-¿Habrá problemas para importar o exportar productos?

-Sí, los va a haber. Tras el tratado de desconexión se negociará un nuevo acuerdo que será, probablemente, uno preferencial comercial donde se fijen mecanismos de exportación e importación: se definirá cual será el futuro mercado entre Reino Unido y la UE. Evidentemente, ya no va a ser igualdad de acceso, libre circulación de productos?, hay que buscar un sistema alternativo.

-El ministro británico Gove dijo que Reino Unido decidirá quién, cuándo o dónde pesca. ¿Qué le parece?

-Están en su derecho de decir lo que quieran desde el momento en que recuperan la soberanía sobre sus aguas y sus recursos, pero no sobre las aguas y recursos de terceros, de manera que van a tener que negociar. Muy conectado con la actividad pesquera está la circulación de los productos del mar. Reino Unido necesitará comercializarlos porque no los va a consumir solamente el país y habrá que buscar un equilibrio entre ambas actividades: comercial y pesquera en sentido estricto. Probablemente no se negocien hasta el final de todo. En casos anteriores se pactaron acuerdos preferenciales (Noruega, Groenlandia) y en la siguiente fase, un acuerdo pesquero ad hoc.

- Como los pactos con terceros países...

-Claro. Hay determinados stocks que requerirán acuerdos múltiples, decisiones por parte de las organizaciones de pesquerías a las que pertenece la UE y en las que Reino Unido tendrá que integrarse, como las que regulan stocks compartidos en determinadas zonas de interés para ambas partes.

-Juncker planteó un intercambio de cuotas por el acceso de productos a la UE.

-Tiene que haber alguna compensación, un equilibrio. No vamos a abrir los mercados si ellos no abren sus aguas. Es necesario no solo que un futuro acuerdo prevea este intercambio de acceso e integración de productos pesqueros sino también en qué situación se quedarán las empresas establecidas en Reino Unido con capital de nacionales de un tercer estado, como ciudadanos gallegos, o qué va a pasar con los barcos de pabellón británico o malvino. Eso será una vez fijado el marco de la salida de Reino Unido y tras el acuerdo preferencial comercial. El problema es que puede prolongarse en el tiempo, por lo que son necesarios mecanismos transitorios, aplicaciones provisionales de los acuerdos hasta que entren en vigor.

-¿A qué flotas afecta más?

-A todas, salvo las artesanales. Flotas de altura, gran altura, las de aguas del Atlántico norte?, todo el mercado está conectado. Hay buques que pescan en el marco de acuerdos internacionales o en el de organizaciones de pesquerías como NAFO, y Reino Unido se retira y podría buscar alianzas con otros países, con lo que debilitaría a la UE. Las que pescan recursos británicos o tienen pabellón británico se van a ver más afectadas, pero no tiene que ser de forma negativa. Mi impresión es positiva. Se van a replantear cuestiones como la estabilidad relativa o los descartes. No cambiar, pero sí introducir matices en la política actual.

-¿Galicia va a perder o a ganar con el cambio?

-En Galicia y España hay una balanza positiva en materia de importación y exportación y esto genera una riqueza económica que no tiene porque ir a peor si se negocia un acuerdo comercial adecuado.

-¿Se mantendrán los Totales Admisibles de Capturas (TAC)?

-Es el mecanismo que existe actualmente y solamente a través de una decisión del Consejo de Pesca se puede cambiar, y no lo creo.

-¿Habrá más desguaces o pérdidas de empleo?

-Si hacemos caso a lo que dicen los expertos y administraciones que asistieron a la jornada de la Fremss, la situación es positiva y se puede mirar con optimismo. No creo que la retirada de Reino Unido sea tan impactante como para que se produzcan desguaces de barcos. Todo depende de la situación en la que queden los buques con pabellón británico, que son un número destacado. Londres puede restringir su registro y en este caso se produciría una necesaria reintegración al pabellón español o a otros. No creo que conduzca al desguace.

-¿Cómo afectará el Brexit a la acuicultura?

-Podría hacerse más restrictivo el mercado británico, pero la actividad acuícola gallega no lo tiene como destinatario. Hay otros ámbitos en los que se va a sentir más.

-¿Qué papel juegan organizaciones como la Alianza Pesquera Europea (EUFA, en inglés)?

-Uno importante en el sentido en que es un lobby y hace presión en los órganos parlamentarios, la Administración, el Ejecutivo? Lo que hacen es demostrar con datos el impacto de la retirada de Reino Unido, ofrecer soluciones, proponer marcos de negociación, etc.

-Ejercer presión...

-Más que presión, intentar influir, estar presente y que lo que opine se tenga en cuenta. No todos los eurodiputados tienen la misma sensibilidad por la pesca y que estén bien informados es bueno. La UE es un proceso de construcción e integración europea y lo de Reino Unido es un accidente pero no grave, sino algo que puede dar un impulso a la propia integración europea.