Los expertos sobre el Brexit advierten de que la actividad pesquera no será un asunto "central" en las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la UE, pero sí la libre circulación de los productos pesqueros y de los trabajadores del mar. "El acceso a los recursos pesqueros necesitará un acuerdo ad hoc entre la Unión Europea y Reino Unido", explicó ayer el catedrático en derecho internacional público y relaciones internacionales de la Universidade da Coruña (UDC), José Manuel Sobrino Heredia, en el V Congreso de sostibilidade social e económica do sector pesqueiro organizado por la Fundación Rendemento Económico Mínimo Sostible e Social (Fremss) en la lonja de A Coruña.

Sobrino aseguró durante su ponencia que las negociaciones sobre la pesca estarán condicionadas por los términos del acuerdo que se adopte respecto al mercado interior y a las "libertades fundamentales", aunque esto "no debería" conducir a una fragmentación de los temas pesqueros. "Encuentro pocos argumentos para pensar que la UE nos va a tratar mejor de lo que lo hizo con anterioridad pese a ser uno de los estados que más lucha contra la pesca ilegal y que más redujo su flota", manifestó, por su parte, el profesor e investigador de Economía de la Universidade de Santiago (USC), Carlos Sebastián Villasante. Según este último, la mayor parte de los stocks pesqueros de Reino Unido se comparten con la UE y Londres "podría desarrollar" estrategias de negociación similares a las empleadas por Rusia, Islandia o Noruega para el acceso a los recursos. "En una negociación de la UE los terceros países suelen recibir cantidades superiores para capturar las especies que si las negociaciones se hacen entre países miembros", señaló este experto, que cifró entre 22 y 44 millones de euros la pérdida tras el Brexit para la flota que opera en aguas británicas.

Mientras, Sobrino aseguró que las posibilidades de pesca que tiene Reino Unido podrían redistribuirse entre los estados miembros según el criterio de estabilidad relativa, algo muy criticado por la flota gallega. Este principio, según Villasante, está "en cuestión" debido a los movimientos de los stocks como consecuencia del cambio climático y a las dificultades asociadas a la obligación de desembarque. Precisamente, el portavoz de la Fremss, Torcuato Teixeira, pidió que se "tumbe" en favor de un criterio basado en el esfuerzo pesquero. "Las circunstancias cambian y, por tanto, el derecho puede cambiar", indicó Sobrino.

El director general de Ordenación Pesquera y Acuicultura del Ministerio de Pesca, José Luis González Serrano, asistió a la inauguración del congreso y más tarde expuso que el Gobierno sopesó poner aranceles a los productos británicos si Reino Unido prohibía la entrada a sus aguas de los buques comunitarios, pero que esto supondría "poner trabas" a las firmas nacionales. "Nuestras empresas con barcos en Reino Unido venden productos a España y nosotros exportamos muchas latas de atún a los británicos", defendió González, que diferenció las aguas de Reino Unido, las de Malvinas y las de Gibraltar a la hora de negociar. "La salida de Reino Unido de la UE puede suponer una dificultad para la conserva", incidió también la directora xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica, Mercedes Rodríguez, que acudió a la mesa redonda sobre el Brexit en sustitución de la conselleira do Mar, Rosa Quintana, que se marchó tras el acto inaugural. Rodríguez también explicó que el Brexit y el reparto de cupos posterior de algunas especies como la caballa podrían afectar a flotas como la artesanal, mayoritaria en Galicia.

La sardina

Sobre la pesquería de sardina, González Serrano aseguró que es "inconcebible" su cierre y que el Gobierno trabaja para que se mantenga o, al menos, se reduzca lo mínimo para no "condenar" al sector. La conselleira do Mar secundó estas palabras y afirmó que se trabaja en un nuevo plan de gestión con Portugal con el objetivo de que la pesquería continúe abierta.