Las ministras de Pesca de España y Portugal firmaron y enviaron ayer a la Comisión Europea (CE) su plan de gestión plurianual 2018-2022 para la pesquería de sardina del próximo año y la Xunta baraja conceder ayudas si se producen vedas. Bruselas decidirá esta semana si acepta o no la propuesta de ambos países o establece, como teme el sector, medidas restrictivas aconsejadas por los científicos.

La titular de Pesca española, Isabel García Tejerina, y la lusa, Ana Paula Vitorino, enviaron a la CE el plan, que propone 14.600 toneladas de cupo para la especie en 2018 y una recuperación de la biomasa del 5%. El secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, explicó que Bruselas lo analizará y confía en que será considerado "de forma positiva". El secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), Javier Garat, aseguró por otro lado que se espera una respuesta esta semana, antes de las negociaciones de Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cupos del Consejo de Ministros de Pesca europeo del 11 y 12 de este mes.

La conselleira de Mar, Rosa Quintana, considera que el sector pesquero "hace un esfuerzo" para que se mantenga abierta la pesquería de la sardina ibérica y avanzó que la Xunta baraja crear ayudas para los marineros por si hubiese que cerrarla "una temporada".

Tejerina, Quintana y López-Asenjo se reunieron ayer en Madrid y recordaron que las negociaciones del lunes y del martes serán "particularmente intensas" y que hay varias especies "en el punto de mira". La gallega recordó que lo ideal es que los cupos no varíen un 15% "ni para arriba ni para abajo".