El exceso de confianza fue la causa de la muerte de un tripulante del arrastrero de fondo Pombo Uno en enero de 2016, según concluye la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) en un informe publicado a finales del año pasado. El organismo independiente pero adscrito al Ministerio de Fomento indica en el documento que el "exceso de confianza" o la "falta de atención" llevaron al marinero a colocarse en una posición inadecuada cuando el barco viraba a 13 millas de las islas Sisargas (frente a la costa de Malpica, en A Coruña), por lo que fue golpeado con una boza -cable de acero forrado- en la cabeza y cayó al mar.

El suceso se produjo el 21 de enero de 2016 cuando el Pombo Uno y su pareja, el Pombo Cinco, habían reducido la marcha para virar el cable y comenzar la recogida del lance, a las 15.00 horas.

Los compañeros del tripulante comprobaron tras verlo caer que permanecía inmóvil y lo sacaron del agua "diez o quince minutos" después de que se hubiese precipitado. El hombre, de 57 años de edad y a punto de jubilarse, presentaba una "gran brecha" en la cabeza y la tripulación le realizó maniobras de reanimación sin éxito. La patrullera Río Jallas de la Guardia Civil escoltó el pesquero hasta el puerto de A Coruña, donde atracó a alrededor de las 21.00 horas para realizar el levantamiento del cadáver. Las conclusiones del informe forense confirmaron la causa "fundamental" de la muerte (politraumatismo) y la causa inmediata del fallecimiento, un shock traumático. La autopsia también recoge que aunque no existían datos que indicasen la muerte por sumersión, el fallecido presentaba un edema de pulmón, por lo que ésta "pudo haber contribuido" a causar la muerte, según los investigadores.

Según las declaraciones de la tripulación, el fallecido llevaba puestos todos los elementos requeridos para realizar el trabajo en el momento del accidente: chaleco salvavidas, botas de agua con puntera reforzada, guantes de maniobra y casco con barbuquejo. La Ciaim no emitió ninguna recomendación de seguridad pero sí concluyó que "es posible" que el marinero accidentado no llevase puesto correctamente el casco en el momento del golpe, por lo que recuerda que es "de máxima importancia" la correcta colocación de todos los equipos de protección individual.