El primer reparto de las cuotas para el Cantábrico Noroeste realizado por el Gobierno central ya está en manos del sector pesquero gallego aunque todavía no se publicó en el Boletín Oficial del Estado. Este primer borrador deja una fuerte reducción en las posibilidades de pesca de las principales especies de la flota, entre las que destaca el cerco, que dispondrá este año de 5.800 toneladas (un 20%) menos de jurel, caballa y anchoa que en 2017. Los cerqueros ya trasladaron a Madrid la incertidumbre de si podrán rentabilizar la pesca en 2018.

El sector asegura que no habrá cambios significativos en las cantidades presentadas por la Secretaría General de Pesca pese a tratarse de un borrador (en el que faltan las cuotas sobrantes del año pasado). La reducción acordada en Bruselas el pasado mes para el jurel de la zona IXa (de Fisterra al golfo de Cádiz) del 24%, deja la cuota final en 14.373 toneladas, que para el cerco es un 20,2% menos. Este segmento de flota asumirá en la zona VIIIc (de Fisterra al País Vasco) un descenso del 14,8% a pesar del aumento del 21% aprobado por el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea.

Pero no solo eso. La reducción del 20% en la caballa deja al cerco español con un 23,3% menos de cuota tras el reparto con el arrastre y las flotas de otras artes. Sumado esto al descenso de capturas de la sardina -todavía está por ver si Bruselas acepta o no la propuesta de España y Portugal, que reduce el tope máximo-, fuentes de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) entienden que tienen por delante "un año más que complicado". Su portavoz, Andrés García, explica que ya enviaron sus "observaciones" por este primer reparto y resalta las malas perspectivas: "Esperemos que no se de un amarre en pocos meses".

El cerco no es el único perjudicado respecto al año recién finalizado. El arrastre de litoral dispondrá de un 5,2% menos de cuotas al descender la de merluza, además de la de caballa y la de jurel. El aumento del cupo de gallo (un 19,6%, hasta 1.280 toneladas) no es suficiente para paliar las reducciones, que dejan un balance de 3.500 toneladas menos si se contabilizan las que se pueden capturar en aguas de Portugal.

Para otros artes distintos del arrastre y del cerco, la disminución será también del 20%, al disponer de 3.100 toneladas menos que en 2017, debido a la fuerte rebaja en la caballa, especie principal para esta flota que cada año sufre en Galicia para poder afrontar sus capturas.

El reparto de anchoa en la zona IXa vuelve a dejar solo el 1,14% para los buques gallegos, con lo que de las 5.977 toneladas de cuota (no varió) la flota de Galicia tendrá 68,1. El año pasado los barcos de la comunidad agotaron en pocos días su cupo y sobrepasaron el límite.

La sardina

Portugal publicó la prohibición de pescar sardina hasta el próximo 30 de abril, lo que supone un mes más de veda respecto al año pasado y de acuerdo al plan de recuperación presentado a la Comisión Europea junto a España a principios del mes pasado. Bruselas todavía no estableció si da el visto bueno al plan (que incluye rebajar el tope hasta las 14.600 toneladas y otras medidas para preservar la especie), pero Portugal ya da por sentado que la pesca de la especie no será prohibida y que todo irá conforme lo previsto. Según lo firmado por la ministra del Mar lusa, Ana Paula Vitorino, la campaña de la sardina comenzaría el 1 de mayo.