Las pesqueras gallegas se alejan del top 100 mundial pese al incremento que registran en las inversiones. La industria de transformación de la comunidad incorporará este año al menos cuatro buques de gran capacidad para faenar en las islas Malvinas, Argentina y Gran Sol con los que reforzará el crecimiento orgánico (sin compras de nuevas empresas) por el que apostó desde el fin de la recesión. Pero ni la fuerte expansión de Iberconsa, los nuevos proyectos de Atunlo y Coper, la diversificación de Pereira o la irrupción de Videmar o Mascato paliaron de momento el minifundismo de un sector que factura al año más de 7.500 millones de euros.

Entre las cien mayores compañías mundiales de esta industria hay seis firmas gallegas, las mismas que se colaron en el ranking de 2011 antes del descalabro de Pescanova. A pesar de que Galicia concentra la mayor capacidad transformadora de la eurozona, para alcanzar los volúmenes de ventas del gigante nipón Maruha Nichiro (solo de productos pesqueros ingresa 3.672 millones de euros) habría que sumar la facturación de las nueve mayores pesqueras y conserveras de la comunidad, lo que equivale a tres firmas como Pescanova juntas o a catorce como Profand.

El portal británico Undercurrent News elaboró un listado según el cual Pescanova ocupa el puesto 19 del mundo, seguida de cerca por la japonesa Tohto Suisan. La firma gallega llegó a ocupar el cuarto lugar, que se esfumó con el concurso de acreedores y las pérdidas de las filiales de Chile y las Malvinas. El sector apostaba por una consolidación a medio plazo para aprovechar las debilidades de la multinacional que preside Jacobo González-Robatto, pero no se ejecutaron las fusiones que sí se produjeron en Noruega, Canadá, Chile o Estados Unidos y que permitieron a las empresas duplicar su dimensión.

Marine Harvest, mayor salmonera del mundo -vende producto en subasta en puertos gallegos-, pasó de ingresar 2.100 millones a más de 3.500 en un lustro. La empresa acaba de sellar la compra de la canadiense Northern Harvest Sea Farms, con 45 licencias de cría de salmón y ventas de 90 millones anuales. La propia Marine Harvest aprovechó la crisis de Pescanova para entrar con fuerza en Chile: compró su antigua filial Acuinova por 125 millones de dólares. Esto es algo más de la mitad de lo que invirtieron las pesqueras gallegas en los dos últimos años.

Las transformadoras que más dinero destinaron al incremento de capacidad -industrial, no por consolidación- fueron las conserveras, por eso mantuvieron sus posiciones en el ranking. Tanto las coruñesas Grupo Calvo (puesto 46) como Jealsa Rianxeira (54) perdieron fuelle en este listado respecto a hace cinco años, cuando ocupaban los puestos 30 y 47, respectivamente, pese a que solo en 2017 invirtieron entre ambas más de 100 millones de euros; Jealsa ya había destinado 78 millones para mejoras productivas en 2016.

Entre las 100 primeras pesqueras del mundo están también Frinsa del Noroeste (76) y Conservas Garavilla (95), que también se encuentran entre las 50 alimentarias españolas que más exportan: facturan entre las dos más de 320 millones de euros al año por los productos que comercializan al exterior.

El umbral para irrumpir en el top 100 son los 300 millones en ventas anuales, objetivo que todavía está lejos para las dos compañías mejor posicionadas de Galicia: Profand e Iberconsa. La primera cerró hace poco más de un año la compra de la marroquí Sofinas (fue una de las escasas operaciones no orgánicas del sector) y está favorecida por la progresión de Mercadona, de la que es interproveedora y que prepara el asalto a Portugal. La segunda, Iberconsa, es la que estuvo más activa: casi duplicó su capacidad pesquera y continúa en busca de una factoría de elaborados en el área de Vigo tras el "no" de Ángel Martínez a deshacerse de Fandicosta. Profand cerró 2016 con ventas por 249 millones de euros y 62.000 toneladas comercializadas; Iberconsa facturó 206 millones y vendió 51.000 toneladas.

Para los expertos en la industria la permanencia de la banca en el capital de Pescanova actuó de dique para nuevos inversores por la relevancia que tendrá la operación (por precio y tamaño), aunque Deutsche Bank se desprendió ya de sus acciones y Banco Santander sopesa hacer lo mismo. Fuentes del sector anticipan fusiones pronto -hablan "a medio plazo" de una operación entre dos de las diez mayores firmas de Vigo y Marín-, pero el carácter familiar del núcleo duro de la industria baja la velocidad a un proceso de consolidación que se acentuó a escala global.