El científico del grupo Ecobiomar del Instituto de Investigacións Mariñas (IIM) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Álvaro Roura, realizó ayer en la sede de la entidad en Vigo un seminario en el que repasó los avances en el conocimiento de las larvas de pulpo en el Atlántico desde el 2000: cuándo y por qué aparecen, de qué se alimentan o como se relacionan con la temperatura del agua y con los vientos del norte, entre otros aspectos.

Los investigadores recogieron 5.600 larvas de cefalópodos, de las que 3.700 eran de pulpo (3.500 de estas procedían de la ría de Vigo). El análisis de las muestras permitió a los científicos conocer matices de la vida larvaria de la especie como su posición en la columna de agua de día y de noche. Roura destaca como datos curiosos que seis de cada diez muestras de larvas de cefalópodos recogidas son de pulpo, mientras que solo hay una de esta especie por cada 100.000 de diferentes animales en la ría de Vigo y una entre dos millones cuando se capturan en el océano.