Navidades y Semana Santa son dos fechas que están marcadas en rojo en el calendario del Servizo de Gardacostas de Galicia. Son varios días en los que se nota un incremento en la extracción y, sobre todo, en el comercio ilegal de marisco en la comunidad. Por este motivo, la conselleira do Mar, Rosa Quintana, anunció ayer que se van a intensificar las labores de vigilancia contra el furtivismo en aquellas zonas de mayor incidencia. Gardacostas centrará sus esfuerzos tanto en los controles de carretera como en los establecimientos que venden productos pesqueros, ya sean comercios o restaurantes.

La medida fue presentada ayer por Quintana durante una visita a la unidad operativa del Servizo de Gardacostas de Galicia en Ribeira. Representantes de los hosteleros consideran que el furtivismo es una práctica "que debe ser erradicada" y que los restaurantes "deben tener una igualdad de condiciones". "Por desgracia es algo que todavía ocurre, pero también es cierto que se dan casos de engaños, con documentaciones falsas", añadió un portavoz de los hosteleros.

A través de una actuación conjunta y coordinada con Comercio y con la Axencia Galega de Turismo, la intervención de Gardacostas busca detectar sobre todo incumplimientos en la trazabilidad o falsificaciones de documentos. La presidenta de la Asociación de Vendedores del Mercado de San Agustín, Ángela Barrán, lamenta que el sistema de trazabilidad "no está adaptado" a los minoristas y asegura que habría que agilizarlo. "Si en lonja pesan el producto por caja y yo voy a comprar solo una pieza, ¿quién me da la etiqueta para acreditar que la compré por las vías legales?", incide Barrán, que recuerda el episodio que se produjo en la entrada del puerto coruñés el 20 de febrero, cuando la Guardia Civil requisó a cuatro minoristas alrededor de 300 kilos de productos pesqueros.

"Estos controles son bien recibidos por el sector, pero es cierto que deberían centrar las inspecciones en aquellos establecimientos que todo el mundo sabe que no hacen las cosas bien", recalcaron fuentes de la hostelería. Lo mismo opinan los vendedores: "[Los agentes] saben donde buscar el furtivismo, y si existe es porque hay quien lo demanda. Deberían dar protección y soporte en los puntos clave".

Gardacostas decomisó hasta marzo 5,5 toneladas de pescado y marisco y realizó 1.700 inspecciones que resultaron en la incautación de 1.150 aparejos de pesca.