La ministra de Pesca, Isabel García Tejerina, urgió ayer a la Comisión Europea a que establezca un plan de gestión plurianual de las pesquerías en aguas atlánticas que incluya un tratamiento diferenciado entre las zonas noroccidentales y suroccidentales y que unifique y facilite la comprensión de las normativas actuales. Tejerina explicó que existen "diferencias importantes" entre ambas áreas, como el porte de los barcos, la dimensión de las flotas por número de unidades o el propio desarrollo de la actividad pesquera.

Precisamente, los ministros de Pesca de la UE se reunieron ayer en Luxemburgo para presentar la propuesta de regulación de la pesca en esta zona que, según el Ejecutivo comunitario, busca establecer un proyecto para todas las especies y simplificar las normas.

"Urgimos a la CE a que se apruebe este plan plurianual lo antes posible y se respeten las especificidades. Debe haber dos partes bien diferenciadas para que cada zona tenga una regulación que se adapte a sus características", indicó la ministra de Pesca. La captura en aguas occidentales está gestionada actualmente por cinco planes separados y basados en la pesca de una única especie y Bruselas pretende reducirlos a uno solo plurianual para la UE.

Tejerina aseguró que la ausencia de esta medida simplificada "perjudica y dificulta" a España las negociaciones de las cuotas de pesca "todos los meses de diciembre" y celebró que por fin se haya presentado el nuevo plan, que ve "necesario".

Ahora el Consejo de Ministros (los países que integran la Unión Europea) deberá debatir la propuesta antes de que pase a la Eurocámara. El plan cubrirá las zonas pesqueras de siete estados miembros (España, Portugal, Francia, Irlanda, Bélgica, Holanda y Reino Unido), ante lo que el Gobierno portugués defendió que debe establecer un enfoque según las características de cada zona.

Tejerina también instó ayer a la CE a reaccionar para evitar el "grave problema" que puede suponer la obligación de desembarque (llevar a puerto todas las capturas) a partir de 2019 respecto a la paralización de la actividad pesquera de muchas embarcaciones. España propuso eximir a la flota artesanal de esta norma, que afectaría así al 92% de los barcos europeos, en vez de al 100%. La representante española considera que las flexibilidades introducidas hasta ahora "no son satisfactorias" y que es un asunto "muy urgente" por sus consecuencias.

Los ministros europeos de Pesca también aprobaron ayer el mandato para que Bruselas negocie el acuerdo pesquero con Marruecos, que expira el 14 de julio y por el que la flota de once países comunitarios puede realizar capturas en sus aguas.