La flota bonitera gallega ultima los preparativos para poner rumbo al Cantábrico e iniciar la costera de este año. La campaña comenzó la semana pasada, pero la mayoría de los barcos gallegos zarpará hacia el caladero en los próximos días, una vez que hayan adaptado las embarcaciones a esta modalidad de pesca. Hasta ahora solo iniciaron la pesquería algunos buques vascos y cántabros y el lucense Ramón Estefanía, único representante gallego en el caladero en la actualidad.

El grueso de los barcos boniteros de la comunidad se prepara para la costera, pero su número será inferior al de anteriores campañas porque algunos armadores quieren evitar conflictos con las flotas de otros países. "Las embarcaciones españolas tienen problemas con buques extranjeros, sobre todo franceses e irlandeses, porque se aprovechan de ellas para encontrar los bancos de peces", explica el gerente de la asociación de Armadores de Burela (ABSA), Miguel Neira. De hecho, el problema no solo radica en la forma en la que las naves foráneas pescan el bonito -utilizan el arte pelágico, mientras que los pescadores gallegos faenan con cacea o curricán- sino en las estrategias que siguen para encontrar la especie. "Utilizan a los pesqueros gallegos para localizar los bancos de pescado y durante la noche capturan el recurso", detalla Neira, que denuncia que cuando la flota gallega vuelve a la zona para seguir con su actividad ya no hay recurso.

A pesar de la situación y de la reducción de embarcaciones gallegas en la costera, el representante de ABSA augura que la falta de embarcaciones con base en Galicia "se compensará con otras españolas que confían en la lonja de Burela para subastar sus capturas por su experiencia" y los buenos precios que obtiene el recurso en ella.

El centro de primera venta lucense es el referente gallego en la venta de bonito del norte. El año pasado subastó casi mil toneladas de la especie de un total de 1.520 toneladas comercializadas en las lonjas gallegas, lo que equivale al 65%. La lonja de Burela facturó por esas ventas 4,5 millones de euros. Esas cifras ya suponían superar los registros de la campaña de 2016, en la que vendió 820 toneladas por un total de 3,3 millones de euros, según los datos publicados por la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar.

El puerto de A Coruña es el segundo más importante de la comunidad en cuanto al bonito. El pasado año la lonja coruñesa subastó 368 toneladas de este recurso, un 24% del total de capturas subastadas en los puertos gallegos. Por esas ventas ingresó 1,6 millones de euros. Las ventas son inferiores a las de un año antes, pues en 2016 comercializó más recurso (400 toneladas), pero la facturación fue superior, pues el año anterior obtuvo 1,49 millones al marcar precios medios más bajos.

El gerente de ABSA, Miguel Neira, prevé que a mediados de mes empiecen a descargar los boniteros en el puerto de Burela, con lo que se subastarán los primeros ejemplares de esta campaña.