La sardina escasea en los puestos de los mercados de abastos y plazas de A Coruña a poco más de una semana para San Juan como consecuencia de las pocas posibilidades de pesca que tiene la flota por el censo de los cupos establecidos en el plan de recuperación pactado entre España y Portugal para favorecer la mejora de la especie en aguas ibéricas. Muchas placeras apenas tenían ayer recurso para vender y en el caso del mercado de San Agustín había unos pocos kilos de este pescado en los mostradores. Las pescaderas lamentan además los grandes altibajos que hay en la demanda de este producto. "Depende del día. Ayer -por el martes- se vendió bien, pero hoy -por ayer- no. Normalmente se vende mejor el fin de semana", explicó la responsable de la Pescadería María, que vendió el kilo de sardina a cinco euros.

Otros puestos, directamente, no venden el recurso, no porque no haya sino porque prefieren esperar a que San Juan esté más próximo. También hay casos, como el de Pescados Amparito, que acostumbran a tener sardina pero que ayer optaron por no adquirirla. "Mañana -por hoy-, si hay bastante en lonja, mi idea es traerla", apuntó Amparo Catoira, que descartó comprar sardina y optó por el jurel. El viernes pasado, el último día que vendió este pescado azul en su puesto, lo hizo a seis euros el kilo.

Catoira considera que las restricciones que tiene la flota para hacerse con la especie son la causa de que la sardina escasee en los mercados. "Se reservan a la hora de pescar por el tema de las cuotas que tienen que cumplir. Les están haciendo la vida imposible", concluyó. La Pescadería Neptuno comercializó sardinas -a cinco euros el kilo-, aunque "no muchas de momento, porque la gente tampoco está comprando mucho", indicaron los responsables de este puesto del mercado.

En lo que sí coincidieron los minoristas coruñeses que tenían sardina es en la calidad de la especie. "Hay poco recurso pero es de muy buena calidad. Están muy ricas", apuntó Amparo Catoira. Ante la no tan buena situación que se vive en plazas y mercados con la falta de sardina, los profesionales esperan que, conforme se vaya acercando la festividad de San Juan, tanto la cantidad como el precio de venta de este pescado azul aumenten.

SITUACIÓN EN EL MAR

Pese al mal panorama que viven los mercados coruñeses, la cantidad de sardina que llegó a las lonjas gallegas en estos días fue superior a la obtenida en las mismas fechas del pasado año. En lo que va de mes de junio se subastaron cerca de 275 toneladas -cifra provisional- en los centros de primera venta gallegos, frente a las 245 del año pasado. La facturación, sin embargo, fue inferior -casi 307.000 euros, frente a los 323.500 de 2017-, según los datos publicados por la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar. Esto supone que el kilo de sardina alcanzó de media los 1,17 euros.

Precisamente, el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, lamentó el bajo precio de la sardina, lo que provoca que el sector haga de momento un balance negativo de la campaña. "La situación es regular en cuanto a la pesca, pero lo peor es el precio. La caja de 15 kilos sale a 12 o 14 euros -el kilo apenas cuesta un euro- en las subastas de las lonjas. Está muy barato", indicó García.

Mientras, el presidente de la Asociación de Minoristas del Puerto de A Coruña, Amando López, destacó que las cantidades de sardina que se subastan en la lonja "varían mucho", lo que incide en el precio del recurso. Y la demanda también ha cambiado mucho. "Antes los placeros y las pescaderías de barrio eran líderes en la venta de la sardina, pero poco a poco perdemos espacio", afirmó López, que cree que los hábitos de consumo de la gente cambiaron y ganan terreno las grandes superficies. "Las personas ya no fidelizan como antes ni tampoco se fijan tanto en la calidad", lamentó.

Este año la pesca de la sardina comenzó dos meses más tarde que en 2017, con límites en las cantidades de la especie que se podían capturar. Hasta el mes de mayo las embarcaciones tenían un tope de 1.000 kilos semanales, que subió a 6.000 kilos en junio.