Investigadores de la Universidade de Santiago (USC) participan en un proyecto europeo de intercambio de científicos para el estudio de toxinas marinas emergentes en el océano Atlántico. El grupo Farmatox del Campus Terra de la USC forma parte del programa Emertox, que busca analizar la aparición y el posible impacto de las toxinas emergentes que se hospedan en los peces y los bivalvos y que pueden suponer un problema para la salud de los consumidores.

Los 15 centros de investigación y empresas de España, Francia, Reino Unido, Italia, República Checa, Cabo Verde, Marruecos y Túnez que participan en la iniciativa -coordinada por el Centro Interdisciplinar de Investigação Marinha e Ambiental de la universidad de Oporto, Ciimar- tuvieron la "reunión de arranque" a mediados de abril en Cabo Verde. "No es un proyecto normal. Este promueve que los científicos de los centros de investigación vayan a empresas o centros de otros países", explica el catedrático del Departamento de Farmacología, Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la USC, Luis Miguel Botana. El también director del grupo Farmatox considera que este tipo de iniciativas "ayuda" a crear redes de trabajo para colaboraciones a largo plazo en los laboratorios.

Emertox tiene un presupuesto "de poco dinero", de un millón de euros para los cuatro años que dura, por lo que, según Botana, es importante que se complemente con otros proyectos y se aproveche para la formación. Un plan de movilidad como este, explica el catedrático, es muy útil si hay dinero detrás, pero en este caso, si no fuese por otros fondos, no sería posible. Precisamente, el Campus Terra de la USC lidera el Alertox-Net, para detectar y crear una red de alerta de toxinas marinas emergentes, aquellas que antes "no había" pero que empiezan a aparecer en la costa gallega y otras áreas donde no eran habituales como consecuencia del cambio climático o el aumento del tráfico marítimo. Algunas son las ciguatoxinas -presentes en peces tropicales y "mayor problema" de intoxicación a nivel mundial-, las tetrodotoxinas -producidas por bacterias en peces y bacterias, difíciles de vaticinar y de rápida extensión- o las palitoxinas -generadas en algas-.

El director del grupo Farmatox explica que su grupo dispone de una estancia total de un año para desplazarse a alguno de los países que forman parte del proyecto y que prevé que cinco o seis personas viajen durante un par de meses a Oporto, Marruecos, Cabo Verde y Reino Unido, ya que los científicos deben solicitar las estancias por bloques para disponer del dinero. En su lugar de destino, los investigadores recogerán muestras para su análisis y sus conclusiones, según informó la USC, que también servirán para asesorar a las autoridades nacionales y europeas (como la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA) y aconsejar cambios legislativos o nuevas necesidades para el seguimiento de estas toxinas.