Dormirás muchas horas todavía / sobre la orilla vieja / y encontrarás una mañana pura / amarrada tu barca a otra ribera". Don Antonio Machado es el autor de este verso que despierta en mí, en la tarde-noche de San Juan, un no se qué de olor a brea y murmullo de ola dormida en la orilla, sensaciones de un tiempo en el que la mar no era sino pesca y algo lejana la mercante en la conversación de los hombres que se reunían, en las mañanas de nordés, en el mentireiro del fielato de Ribeira, para no hablar del Gobierno (un algo imposible por el miedo al chivatazo) y sí del tiempo real y el tiempo ido.

Las dornas, en la playa de Colomer, descansando en la otra ribera o fondeadas en la rada, a la espera de una nueva navegación a la bocana de la ría de Arousa, la orilla vieja en la que no duerme nadie, de la que regresar bordeando el faro de A Ínsua cuando el manto de la noche anuncia la hora del retorno.

El mar sigue ahí. Las dornas, aunque muchas menos, también. Las poutadas ya son historia y los toletes, una reliquia viva. Pero en la historia de la mar siempre hay un mañana porque, lo quieran o no, amanece todos los días.

Y todos los días la misma suerte: el viento, la ola, la resaca, el mal o buen tiempo, el cálculo de probabilidades de hacerse a la mar y sacar provecho de este, el café mañanero en la taberna amiga y el encuentro de cada día con los compañeros viejos ahítos de historias y surcos de sol, viento y salseiro en el rostro y las manos.

Esto es lo que en la UE no quieren entender cuando se les habla de flota artesanal, de flota de bajura. ¿Qué saben ellos de brea, de líneas, de nasas, de historias relatadas al amparo de una pared que los resguarda del nordeste frío mientras los hombres (a las mujeres no se les ha dado, todavía, el pasavante para participar en los encuentros de la mañana) lían y deslían sus historias de mar y viento para entender lo que la mar cercana a casa trae cada día una historia de proximidad y excelencia pesquera?

"Anoche soñé que oía / a Dios, gritándome: ¡Alerta! / Luego era Dios quien dormía / y yo gritaba: ¡Despierta!".

La UE, interpretando a Machado, habrá de estar alerta para despertar y darle a Galicia lo que su gente de mar se ha ganado en medio de los salseiros.