Tamara Amor instaló hace algo más de un año en el mercado coruñés de Elviña la primera máquina expendedora de pescado y marisco fresco de Galicia, iniciativa con la que asegura estar "contenta" porque desde el principio la planteó como un servicio y no "con ánimo de lucro". "Va muy lento, pero ya tiene clientes fijos que acuden específicamente a ella y metemos los productos que sabemos que buscan", explica una de las administradoras de la Pescadería Manuel Capelo, que fue el que tuvo la idea.

"Estamos contentos porque se puso como un servicio, no con ánimo de lucro. Si el cliente repite es que funciona y hay gente que viene cada semana", indica la gestora de la novedosa máquina, que colocó en Elviña la empresa Olevending. Los productos que más se comercializan son los de mayor tamaño, como el salmón, la meiga, la merluza en rodajas o filetes, la lubina, la dorada o el atún rojo y, según Amor, la empresa también añadió a su oferta los elaborados (como las gulas) o las conservas.

"El producto a mí me sale más caro porque conlleva un consumo de energía, el embolsado y las bandejas, la limpieza y el empleo de las máquinas de vacío. La ganancia es menor y tendría que subir sí o sí los precios si todo el mundo la usase", asegura la vendedora, que indica que prepara alrededor de diez o 15 kilos de artículos cada mañana para la expendedora.

El cliente habitual de la iniciativa es un hombre o mujer de unos 40 años que trabaja por la mañana y, por tanto, no puede ir a comprar el pescado durante el horario de apertura del mercado. "La máquina consiguió fidelizar a estos clientes porque saben que lleguen a la hora que lleguen van a tener el producto listo para poder cogerlo", destaca Amor, que asegura estar en contra de que estas herramientas quiten puestos de trabajo y que la gente de mayor edad sigue comprando en el mostrador.

"No nos planteamos ponerla en más sitios por ahora. Si lo hacemos será una nueva inversión para colocarla en la pescadería que tenemos [su marido y ella] en Pontedeume", explica la dueña de la máquina, que añade que no es viable porque elabora los productos en el mercado coruñés y tendría que trasladarlos después hasta el otro municipio. Entre los beneficios del pescado y marisco dispensado, además de un horario más amplio para poder adquirirlo, están un envasado que evita los olores, un mayor margen hasta la fecha de caducidad y que el producto no pierde la cadena de frío y atmosféricamente no le afecta nada.

Amor agradece además al Concello que desde el pasado 16 de abril permita a las trabajadoras del mercado de Elviña entrar a las 07.00 horas, media hora antes de lo que lo hacían hasta esa fecha y una respecto a los compradores. "Nos viene mejor porque tenemos más margen para poner todo a punto y me alivia para cumplir con la normativa de etiquetado, precios, etc. Si tienes muchas clases de pescado, colocar el mostrador lleva tiempo, y además tenemos que envasar y preparar los productos de la máquina", argumenta la gestora de Pescadería Manuel Capelo.