La biomasa de anchoa en el golfo de Vizcaya alcanzó este año máximos de la serie histórica (que se remonta a 1987) tras constatarse la existencia de 225.000 toneladas de ejemplares adultos, un 165% más que las 85.000 toneladas estimadas el año pasado, según los datos de la Campaña Bioman 2018 que acaba de publicar el instituto tecnológico vasco AZTI Tecnalia. Esta mejora del recurso deja atrás los años de colapso (entre 2006 y 2009) en los que la pesca de la anchoa estuvo prohibida en el Cantábrico y permite que los niveles de biomasa estén muy por encima de las cifras que se consideran límite para la especie, las 21.000 toneladas que obligan a vetar la actividad extractiva.

Esta mejoría posiblemente favorecerá que Bruselas decrete -si la campaña Juvena de otoño confirma los buenos datos de biomasa- un aumento del total admisible de capturas (TAC) de la especie (que este año ascendió a 33.000 toneladas) de cara al próximo ejercicio.

"La anchoa es uno de los pilares de la economía de nuestros pescadores y una de las especies de mayor interés comercial aunque su volubilidad, por su corta vida y por la afección de agentes externos, hace que sea indispensable constatar cada año la cantidad de anchoa existente en el mar para poder gestionar sosteniblemente su captura y garantizar su preservación", resaltó el director de Pesca y Acuicultura del Gobierno vasco, Leandro Azkue, durante la presentación de los resultados de la campaña Bioman. "El asesoramiento con base científica proporcionado por AZTI ha contribuido a la recuperación y sostenibilidad de esta importante especie, lo que favorece la dinamización de la actividad de la flota pesquera y genera un desarrollo económico y social", añadió el director general del centro tecnológico vasco, Rogelio Pozo.

La campaña científica Bioman evalúa la población de anchoa adulta en el golfo de Vizcaya al finalizar la primavera mediante la aplicación del método de producción diaria de huevos, con varios estudios y muestreos en toda la zona de reproducción de la especie. La estimación final de la biomasa depende además de la campaña Juvena (también dependiente de AZTI y que se realiza en otoño para estimar los juveniles de anchoa que deberían convertirse en adultos al año siguiente), de la campaña Pelgas que realiza el Instituto Francés de Investigación para la Exploración del Mar (Ifremer) y de las capturas de la flota, en la que se incluyen decenas de cerqueros gallegos.