Las exportaciones de conservas, semiconservas y preparados de pescados y mariscos superaron las 86.000 toneladas en los cinco primeros meses del año, lo que supone un aumento del 3,85% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Además de crecer en cantidad, la orientación hacia productos de mayor valor añadido provocó que los ingresos obtenidos por el sector conservero por la venta de estos productos se hayan incrementado un 7,41% hasta superar los 406 millones de euros, según detalló ayer la patronal conservera Anfaco-Cecopesca.

Las conservas de atún siguen siendo el principal producto comercializado a nivel mundial. Solo este artículo acapara el 60% del total de las exportaciones españolas de este tipo de productos, seguido por las conservas y preparados de sepias y calamares, que representan un 11%. Solo entre los meses de enero y mayo se exportaron más de 50.000 toneladas de conservas de atún, con un valor de más de 260 millones de euros, lo que supone un aumento del 5% en volumen y del 7% en valor con respecto al mismo periodo de 2017.

Las exportaciones de sepias y calamares aumentaron también en comparación al año pasado tanto en valor (14,13%) como en volumen (3,51%). El pulpo creció un 34,44% en cantidad exportada y un 55,43% en su valor comercial. La caballa y las anchoas fueron otros productos que elevaron su total exportado -un 7,84% y un 15,36% respectivamente- y la facturación (un 21,86% la caballa y un 13,67% las anchoas).

Entre los principales mercados de estos artículos, países próximos como Italia, Francia, Portugal y Alemania se refuerzan como los mayores compradores de conservas, semiconservas y preparados de pescados y mariscos fabricados en España (aunque estos productos españoles están presentes en todos los continentes). Solo estos cuatro países acaparan el 70% de las exportaciones conserveras de España, entre las que gana peso Oceanía, la región que más crece tras disparar sus compras de conserva un 29% en lo que va de año.