El secretario de Pesca escocés, Fergus Ewing, arremete contra los planes que baraja el ejecutivo británico una vez consumado el Brexit. El hecho de que Downing Street tenga el foco puesto más en las condiciones del acceso a sus aguas que sobre una negociación con la Unión Europea que evite la imposición de aranceles abre una grieta más con el país escocés, que considera que esta postura deja de lado a su potente industria transformadora.

"Pese a reconocer que el comercio de productos pesqueros es vital, el White Paper [la hoja de ruta del Brexit que maneja el Gobierno] no incluye ningún detalle sobre cómo protegerlos de las potencialmente dañinas barreras al comercio", subraya Ewing. Su mensaje choca frontalmente con el de ciertos sectores del Partido Conservador, que defienden que la prioridad en las negociaciones debe ser recuperar la soberanía de sus aguas para evitar los agravios que, a su juicio, padece la flota británica y, de paso, acabar con la sobrepesca.

El responsable de pesca del ejecutivo escocés también lamenta que el Gobierno británico no tenga en cuenta ninguna de las aportaciones que realiza la Unión Europea al sector pesquero: "Estamos profundamente preocupados porque el White Paper no reconoce la vital contribución que realiza el Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP) a través de sus recursos para lograr un crecimiento sostenible y el éxito de la industria", lamenta.

Según Fergus Ewing, parte de los compromisos surgidos con el Brexit responden más a necesidades políticas que a resolver los problemas del sector. "Las promesas imposibles son más importantes para el gobierno británico que las necesidades reales de las empresas y las comunidades costeras", señala.

La presión de Escocia añade un punto de tensión a las negociaciones de Reino Unido de cara a la gestión del Brexit. La fecha de la desconexión se fijó para el 29 de marzo, de 2019, pero la premier británica, Theresa May, anunció la puesta en marcha de un periodo transitorio a la espera de negociar la letra pequeña del futuro acuerdo, que el ejecutivo británico no espera hasta "como mucho diciembre de 2021".