La anchoa del Cantábrico está inmersa en su segundo examen anual. El buque oceanográfico Emma Bardán partió el pasado domingo del puerto de Pasajes (San Sebastián) para iniciar una nueva edición de la campaña Juvena 2018, destinada al estudio de la anchoa juvenil en el golfo de Vizcaya. La investigación, entre otros propósitos, aspira a confirmar los buenos datos de biomasa que recogió la campaña Bioman, realizada en primavera y que constató la existencia de 225.000 toneladas de ejemplares adultos de la especie, un 165% más que las 85.000 toneladas estimadas el año pasado. El sector pesquero gallego está expectante y confía en que la misión ratifique lo que los marineros ven en el mar, que hay recurso en abundancia.

Tanto la campaña Juvena como la Bioman (ambas dependientes del instituto tecnológico vasco AZTI-Tecnalia) pretenden comprobar el estado biológico de la anchoa en el golfo de Vizcaya para garantizar una gestión sostenible de la especie -que estuvo vedada entre 2006 y 2009 por su escasez-, pero lo hacen siguiendo diferentes métodos en sus estudios. La primera modalidad, la Bioman (que este año se desarrolló entre el 7 y el 28 de mayo), analiza la población de anchoa adulta mediante la aplicación del método de producción diaria de huevos, con varios estudios y muestreos en toda la zona de reproducción de la especie. Los datos de esa campaña revelaron máximos en la biomasa de la especie (225.000 toneladas de ejemplares adultos).

La campaña Juvena, que aspira a ratificar las cifras obtenidas por el estudio Bioman, realizará una estimación de la abundancia de anchoa y de su condición biológica, a la vez que analizará la situación ambiental para poder predecir el estado del recurso de cara al próximo año. Esta evaluación se realizarán con ecosondas para comprobar la abundancia de juveniles, su distribución y comportamiento. También estudiará posibles depredadores.

El Emma Bardán estará un mes en el Cantábrico y los resultados que obtengan los científicos determinarán el futuro de la anchoa y de los pescadores que se dedican a capturar el recurso. La mejoría de la especie favorecerá que Bruselas decrete un aumento de la cuota, siempre que la campaña Juvena confirme los buenos resultados.

La flota gallega que faena en aguas del Cantábrico confía en que el aumento del stock quede patente en las conclusiones de los investigadores. "No dudamos de que el resultado final sea bueno y positivo tanto para la anchoa como para los pescadores", afirma el representante de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) Andrés García.

Los cerqueros confían en un aumento del total admisible de capturas (TAC), que este año fue de 33.000 toneladas, para 2019 si los científicos confirman el buen estado de la especie. "La cuota debería incrementarse porque el mar está lleno y necesitamos pescar", sentencia García en referencia a la imposibilidad de capturar especies tan importantes como la sardina. En la última campaña de pesca los marineros constataron la mejoría de la especie, algo que esperan que ahora ratifiquen los científicos.