La Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) registró en lo que va de año la llegada de 289 animales a la costa de Galicia, un dato que ya es superior al registrado en todo 2017, cuando la entidad contabilizó 250 ejemplares de diferentes especies varados en las playas de la comunidad. Estas cifras, lejos de reducirse conforme pasan los años, no dejan de crecer. La Cemma empezó a hacer registros de los varamientos en 1990 y cada año el número aumenta. "La media de ejemplares que llegan a las playas tiende a incrementarse desde 1990. En los primeros diez años la media era de 138 al año, pero en los últimos años es de 250", resume el biólogo de la Cemma, Alfredo López, que señala que estas cifras son las más altas de Europa y reflejan una elevadísima mortalidad de cetáceos.

Los datos totales desde que la organización empezó a contabilizar la llegada de animales al litoral gallego son "espeluznantes", según López. "Entre estos años hubo 6.343 varamientos, de los que 5.107 fueron cetáceos. Es como si en Galicia murieran por accidente de tráfico desde 1990 dos millones de personas. Pondríamos el grito en el cielo, pero como son cetáceos nadie se despeina", lamenta el representante de Cemma. A pesar de las cifras tan altas de varamientos, López matiza que a la costa apenas llega el 25% de los que mueren en el mar.

En 2017 aparecieron 250 animales varados en los arenales gallegos y esos ejemplares correspondían a 19 especies diferentes. Los cetáceos fueron los que más llegaron al litoral de Galicia y, dentro de ese grupo, el delfín común fue el más frecuente, aunque también aparecieron, entre otros, delfines de nariz de botella, cachalotes y ballenas comunes. La Cemma también destaca la presencia de cuatro tipos de tiburón azul, dos de tortugas marinas y un cefalópodo -calamar gigante-.

López señala que la época del año en la que más animales llegan a las playas gallegas es entre enero y abril debido al mal tiempo. "Los temporales arrastran los cuerpos muertos hacia la costa", concreta este biólogo, y añade que la influencia del viento sur-suroeste lleva a la costa los ejemplares muertos. Los concellos que registraron la mayor parte de los varamientos fueron 14 -con entre ocho y 12 llegadas anuales de media-, que representan cerca del 50% del total de casos registrados en Galicia.

Las causas que provocan el fallecimiento de estos animales marinos son varias, pero López destaca la pesca como la más importante. "Un motivo de peso que les provoca la muerte es la captura accidental relacionada con la pesca. Se convirtió en un problema estructural, lo que debería hacer reflexionar de cómo y cuánto se está pescando", plantea el representante de Cemma, que remarca que se podría hacer algo para evitar las capturas fortuitas si hubiese fondos para investigar. Otros factores que afectan en menor medida son las colisiones de grandes cetáceos, que los animales queden atrapados en redes fantasma o la ingesta de plásticos. "Hay otras actividades humanas que no somos capaces de evaluar, como la contaminación química y acústica, que afectan a estas especies", apunta López.

De los 250 animales que llegaron a la costa gallega en 2017, el 10% estaban vivos, pero enfermos o desorientados. La Cemma recoge los lobos marinos y tortugas que localiza con vida y los atiende en un medio artificial controlado al 100%. La organización acogió entre 2017 y 2018 a tres tortugas y otros tantos lobos marinos, que fueron rehabilitados y liberados. "Los cetáceos son reintroducidos en el mar. El año pasado vararon 22 vivos y se devolvieron al mar 17", concreta el biólogo.

Una vez localizados los animales varados, la Cemma les realiza análisis para conocer su estado en la medida de lo posible. "Tomamos datos, hacemos biometrías, recogemos muestras... Los análisis que podemos hacer están muy limitados por la falta de financiación. Colaboramos con otras entidades en diferentes análisis, pero no se apoya suficientemente esta labor", denuncia López, que demanda la creación de un centro de investigación multidisciplinar específico "para dar salida a las investigaciones que se podrían poner en marcha de un día a otro".

La Cemma localizó este año 289 animales varados en los arenales gallegos (39 más que en todo 2017) de los que el 70% son cetáceos, y de estos casi la mitad son delfines comunes, algo "poco habitual".