El cultivo del abalón, popularmente conocido como oreja de mar por el parecido de su forma con el pabellón auditivo, se afianza en la principal planta de producción europea, situada en la localidad coruñesa de Tal (Muros). El proyecto arrancó en 2003 con el nacimiento de Galician Marine Aquaculture (GMA) y en 2017 empezó a comercializar la especie tras años de pruebas y crianza -en el 2016 ya había vendido abalón, pero solo para presentarlo al mercado-. El pasado año la empresa distribuyó algo más de 43.737 unidades de oreja de mar (desde abril, que fue cuando empezó la actividad comercial) y en lo que va de 2018 ya vendió un 53,2% más al sacar al mercado 67.000 ejemplares adultos.

El objetivo de producción previsto por GMA es de 2,5 millones de semillas de abalón viables al año cuando esté a pleno rendimiento. Este ejercicio alcanzará el 50% de ese registro, 1,25 millones de semillas. "La previsión es que lleguemos al objetivo del 100% de producción en 2019", detalla el director de ventas y marketing de GMA, Bekiu Kim, que añade que el cultivo de oreja de mar es de "larga maduración y tremendamente delicado". "Es un molusco que tarda entre tres y cinco años en conseguir su talla mínima comercial", detalla. El representante de GMA afirma que este año se dan las condiciones óptimas para alcanzar la producción objetivo de la planta fijada para 2018 y que la compañía calcula que entre 2021 y 2022 la piscifactoría estará a pleno rendimiento, con una capacidad de 2,64 millones de ejemplares adultos para la venta. Más a corto plazo, la previsión es tener 1,2 millones de unidades en 2019 para sacar al mercado.

Los principales destinos del abalón cultivado por GMA son Hong Kong, Japón, Italia, Reino Unido, Alemania, Portugal y España. Los precios que alcanza la oreja de mar en estos mercados son altos por tratarse de un producto exclusivo. "En Asia un abalón de una calidad premium como el nuestro puede alcanzar, según la época del año y dependiendo de su cosecha, los 200 euros el kilo", concreta Kim, que aclara que el más caro es el deshidratado, que puede llegar a 1.000 euros el kilo. La alta gastronomía es el principal mercado en España, pero poco a poco los particulares ganan peso: "Las personas que prueban la oreja de mar y conocen el producto, repiten", remarca este experto.

El camino recorrido por GMA para llegar a su situación actual no fue fácil. "En acuicultura los proyectos de nueva implantación son arriesgados, más aún si hablamos de aclimatar una nueva especie. Surgen imprevistos, lo que obliga a gestionar unos recursos, en ocasiones, no disponibles en el mercado", relata Kim. El director de ventas de GMA califica el inicio de "ilusionante, pero tremendamente difícil". "Aún hoy, después de dos años de haber iniciado la comercialización, estamos en un proceso continuo de aprendizaje que redundará en la obtención de un cultivo sostenible y respetuoso con el medio ambiente", manifesta el representante de la firma gallega.

La empresa acuícola trabaja actualmente en el desarrollo de una nueva forma de cultivo que combina la experiencia tradicional asiática con las nuevas tecnologías y las prácticas propias para lograr un proceso de producción más ajustado y sincronizado con los recursos naturales.