Reino Unido presentó el pasado jueves el proyecto de Ley de Pesca (Fisheries Bill) para cuando se consume el Brexit y sus pretensiones no han gustado a la flota europea. La Alianza Europea Pesquera (EUFA, que aglutina a los armadores de nueve países) entienden que la mayoría de las medidas "eran esperadas", pero se mostraron preocupados por la división de las competencias en materia pesquera que planea Londres con Gales, Escocia e Irlanda del Norte. "¿Significa esto que ahora vamos a tener que negociar con cuatro? ¿Que los barcos van a necesitar licencias diferentes si pescan en aguas de Escocia e Irlanda del Norte?", se pregunta Iván López, el armador gallego representante de la Confederación Española de Pesca (Cepesca) dentro de la EUFA.

Sus preguntas tienen a día de hoy difícil respuesta. Y es que a su juicio tanto la subasta de cuotas como las multas en caso de acceder al caladero sin permiso son algo "que se venía anunciando". "En ese sentido hay pocas sorpresas en el texto, se confirman cosas que ya intuíamos. Lo que sorprende es la complejidad que va a suponer el adoptar ese sistema autonómico", resume López, que compara esta situación con "una pequeña UE pero sin ningún centralismo". "Es algo que genera una incertidumbre muy grande", lamenta.