El pulpo es una especie muy apreciada tanto en el mercado gallego como en el exterior y el aumento de la demanda global en los últimos meses provocó que alcanzase precios récord. La empresa coruñesa Grupo Canosa -con sede en Camariñas y dedicada a la venta de pulpo congelado- aumentó su facturación el año pasado un 11,7%, al alcanzar los 40 millones de euros de ventas, frente a los 35,8 que ingresó en 2016. Este incremento se produjo principalmente porque la firma elevó en 300 toneladas el volumen de cefalópodo comercializado. La compañía sacó al mercado el pasado ejercicio cerca de 6.000 toneladas de pulpo, mientras que en 2016 se quedó 5.700 toneladas, según explica el gerente de la empresa, José Luis Canosa, que apunta que la elevada demanda y los precios altos de este año complican la actividad en el sector.

Con los buenos resultados de 2017 el grupo mantuvo el crecimiento sostenido de los últimos ejercicios, en el que el mercado internacional tiene gran protagonismo. "Los principales países a los que exportamos son Portugal, Italia, Suiza, Inglaterra, Francia, Alemania y Bélgica, aunque también vendemos algo en Dubái, Angola y América", relata Canosa, que fundó la firma en 1989. En España, señala, la situación está "bastante tranquila" y las ventas el año pasado apenas subieron respecto a 2016.

Este año la comercialización del pulpo es "más complicada" por el encarecimiento de la especie. "En lo que va de 2018 las ventas son bastante flojas por los precios. Hay una contracción en el consumo muy fuerte", lamenta el gerente de la firma. Pese a las dificultades, Canosa afirma que por ahora la empresa está en niveles de facturación del año pasado. A falta de dos meses para cerrar el año, la compañía cumple con las expectativas que se había marcado al inicio de este ejercicio.

Mientras, la construcción de la nueva planta de Grupo Canosa en Marruecos está en la última fase y prevé tenerla operativa el próximo año. "Ya concluyó la obra civil y ahora estamos ejecutando el montaje del panel frigorífico e instalando la maquinaria", señala el responsable de la firma de congelados. La compañía espera que a mediados del próximo año estas instalaciones ya estén en funcionamiento. "La fábrica está diseñada para una capacidad de producción de más de 100 toneladas al día y empleará a cerca de 50 personas", subraya el gerente de la compañía.

Crítica a la Administración

La empresa decidió empezar este proyecto en Marruecos al no poder ganar tamaño en Galicia. "Ante la imposibilidad de ampliar la planta de Camariñas, por falta de voluntad administrativa, decidimos crecer en origen y abrir una en Agadir (Marruecos), donde ya llevamos años implantados", relata Canosa. Cuando la nueva fábrica entre en funcionamiento el grupo contará con cuatro plantas operativas.