La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) publicó recientemente el resultado de la investigación desarrollada para determinar la causa del incendio del pesquero gallego O Busi en 2017 frente a Cedeira y revela, entre otras conclusiones, que la tripulación (formada por ocho marineros) no estaba familiarizada con los procedimientos a seguir en caso de incendio, por lo que fue incapaz de evaluar correctamente la emergencia y consideró que su única opción era abandonar la embarcación.

El pesquero empezó a arder alrededor de las 17.45 horas del 14 de marzo de 2017 a 10 millas al noroeste de Cedeira (A Coruña). El patrón notó que salía humo de un cuadro eléctrico y al abrirlo descubrió que había un incendio en la sala de máquinas. Intentó acceder a la estancia, pero no pudo avanzar debido a la gran cantidad de humo y tuvo que salir al puente para coger aire. Mientras, un marinero abrió la puerta de la cocina desde la cubierta, lo que avivó las llamas y expandió el humo por la zona de trabajo de los pescadores.

El patrón quiso bajar a la estancia en la que se originaron las llamas para intentar apagarlas, pero fue incapaz por culpa del humo. Los marineros no vieron el fuego ni escucharon las alarmas contra incendio, por lo que solo se dieron cuenta de la situación cuando el patrón dio la voz de alarma. A las 17.55 horas informaron de su situación al Centro de Coordinación de Salvamento de A Coruña, que movilizó al helicóptero Helimer 215 y a la Salvamar Shaula. Los tripulantes tardaron 10 minutos en abandonar la embarcación y saltar a las balsas salvavidas, donde esperaron la llegada de ayuda.

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El centro de coordinación de A Coruña intentó ponerse en contacto con O Busi pasadas las seis de la tarde, pero no obtuvo respuesta. El Helimer 215 llegó al lugar de los hechos apenas 20 minutos después de la llamada de socorro e indicó que los ocho tripulantes estaban en la balsa salvavidas. A las 18.50 horas el helicóptero de Salvamento Marítimo llegó a Alvedro con los marineros y el patrón fue trasladado al hospital por inhalación de humo. El SAR Gavia informó durante la noche de que el pesquero seguía en llamas y en la madrugada del día 15 de marzo, a las 05.15 horas, comunicó el hundimiento definitivo de la embarcación.

El informe del órgano adscrito al Ministerio de Fomento recoge también información sobre el sistema de alarmas y de detección de incendios, que no sonó en ningún momento para alertar de la situación. Cuando los marineros se enteraron por el patrón de que había un incendio en el barco no intentaron combatirlo ya que algunos no sabían operar el sistema de dióxido de carbono y desconocían la situación de las mangueras contraincendios. Tampoco intentaron cerrar las ventilaciones ni aberturas para apagar el fuego por sofocación y evitar que se extendiera a otras estancias.

La comisión de investigación concluyó que la tripulación tenía una "grave falta de familiarización con los procedimientos y los sistemas contraincendios", circunstancia que provocó que no consiguieran evaluar adecuadamente la emergencia ni buscar soluciones. Ante la falta de indicios (el barco , los investigadores fueron incapaces de determinar el origen exacto del incendio.