Las lonjas gallegas viven un frenazo en las ventas en lo que va de segundo semestre. Tras unos primeros seis meses con cifras de récord -224 millones de euros, el dato más alto en lo que va de siglo- la escasez de merluza, cabalón -xarda pintada- y las caídas en los precios medios de especies claves como el gallo llevaron a una merma en los resultados de los centros de primera venta de la comunidad. Así, en los diez primeros meses del año se vendieron 30.000 toneladas menos de pescado y marisco que en el mismo periodo de 2017 y se facturaron 398 millones de euros, un 1,4% menos. Por otro lado, la bajura y el marisqueo evitan un mayor patinazo: la almeja, el pulpo y el jurel son las principales especies que sostienen las cifras.

El análisis de los datos registrados en la Plataforma Tecnolóxica da Pesca -dependiente de la Consellería do Mar- deja 152.119 toneladas vendidas (un 16,6% menos) hasta octubre con un top 5 en ventas sin sorpresas. La merluza encabeza la lista con más de 100 millones de euros de facturación y le siguen el rape (34,6 millones), el gallo (24,5), la almeja japónica (24,5) y el jurel (22,3).

El dato más relevante de la lista es el que tiene que ver con el boom de los bivalvos, que solo en el primer semestre alcanzaron los 32 millones de euros. La expansión de la especie japónica desde el inicio del año y, sobre todo, el golpe asestado por las autoridades al tráfico ilegal de almeja desde Portugal, provocaron ventas récord. Otras de las especies que mejoran sus cifras respecto al año pasado son el jurel y el pulpo. Las ventas en el primer caso crecieron un 22%, tras aumentar las descargas un 28,8%, hasta 27.911 toneladas. El sector cerquero gallego ya explicó que es la especie "que sostiene" la actividad de los barcos de este segmento. Respecto al cefalópodo, los altos precios en el final de la anterior campaña y el comienzo de la actual dejaron 15,3 millones de euros en las lonjas (un 22% más).

La nota negativa la ponen especies de una mayor relevancia histórica. Con el rape manteniendo una sana estabilidad (se lograron los mismos 34 millones que en 2017), las lonjas gallegas se resintieron por la caída de un 13% en las descargas de merluza, lo que provocó que las ventas cayesen casi un 12%. Pero los armadores suman otros dos aspectos que contribuyeron a esta caída: "El precio bajó porque se dice que es muy pequeña. Además, lo que se dijo del anisakis afectó bastante", concretó el presidente de la Asociación de Armadores de Buques de Pesca de Gran Sol (Anasol), Manuel González.

González también achacó este descenso a la abundancia de pota en Gran Sol. "Algunos barcos se dedican enteramente a ella porque hay muchísima", comentó el armador. Lo mismo pasó con el gallo: hasta octubre llegaron 5.938 toneladas a los centros de primera venta de la comunidad (-5,7%), lo que dejó 2,7 millones menos (-9,9%).

La especie que vivió una mayor caída fue el cabalón. La inusitada abundancia de 2017 dejó paso a un año mucho más moderado, al pasar de 50.919 toneladas a las 22.236 actuales, un 56,3% menos. Pese a que es una especie barata (80 céntimos el kilo), las abultadas diferencias en las descargas dejaron 8,5 millones de euros menos en ventas: 11,8 hasta octubre.