Está bien: unas 10.200 descargas justifican la existencia de una APP (nada que ver con un partido político) creada por la Consellería do Mar para informar a quien quiera saber sobre vedas, tallas mínimas y época óptima de consumos de los peces y mariscos (53 especies en total) en idiomas como el gallego y el castellano y que, en las próximas fiestas de Navidad, también podrán conocer los ciudadanos del mundo que, hablando inglés, se acerquen a esta nuestra tierra. Para ellos, la referencia de la Xunta se amplía con otras 31 especies.

Parece ser que es todo un éxito. Y, desde luego, se percibe satisfacción en la Consellería por el contenido y respuesta de la aplicación móvil Non piques, non peques que, mediante la consulta de 53 fichas individuales de distintas especies de pesca y marisqueo en Galicia (a las que se sumarán, como digo, 31 nuevas en las próximas semanas) facilitarán información más o menos valiosa de lo que se comercializa en esta comunidad autónoma en materias pesquera y marisquera.

La aplicación no es sino una guía sencilla que una vez descargada puede ser consultada aún sin tener conexión a Internet. La descarga de tal aplicación es también sencilla y totalmente gratuita.

Lo que llama la atención es que en más de 10.000 ocasiones se haya accedido a la APP indicada, que no sabe uno si lo han hecho personas interesadas en saber cuáles son las mejores épocas para comprar o consumir peces y mariscos capturados en Galicia, a la vez que se identifican las distintas especies y se informan sobre cuáles de estas están en veda. Ah, sí: también se sabrá -explicado de forma sencilla, amena y visualmente agradable- cuáles son los tamaños mínimos legales para su consumo.

Es un paso importante, sí. Pero no le informará la APP citada sobre la trazabilidad del producto (tampoco lo hacen en los puntos de venta, y no pasa nada, aunque usted consuma vieira escocesa en la creencia de que es gallega) o no le informen adecuadamente de si la lubina que usted compra es o no de piscifactoría.

Evitar pecar es no picar. Ni en gallego, ni en castellano, ni en inglés. Es un consuelo. Los demás visitantes deberán confiar en lo que se les ofrece, aunque solo sea por señas.