El mal tiempo, que dificultó el trabajo de la flota de enmalle en las últimas semanas; la abundancia de pulpo, su depredador natural; y la pesca ilegal, tanto ahora que se desarrolla la campaña como antes, durante la veda, son las causas fundamentales de la reducción de capturas de centollo en Galicia.

Así lo reconocen los propios pescadores, lo confirman en Gardacostas de Galicia y lo atestiguan los datos de venta en lonja, una vez superado el primer mes de actividad centoleira. Aunque son todavía cifras provisionales, puede decirse que desde el pasado 12 de noviembre se subastaron 248 toneladas de centollo, por importe de 1,8 millones de euros, mientras que en el primer mes de la campaña anterior habían sido 262 toneladas y 2,1 millones de euros.

Y lo peor de todo, atendiendo a los intereses del propio sector, es que no solo parece esquilmarse el recurso poco a poco, sino que los precios ni siquiera están siendo buenos, pues la cotización media bajó casi un euro por kilo en relación con lo sucedido entre mediados de noviembre y diciembre de 2017.

Parece evidente que pescar centollo en veda -como sucede cada verano-, utilizar más aparejo del que está permitido, calar redes de forma ilegal, rebasar los topes diarios autorizados y vender producto sin pasar por lonja no ayuda a la flota de enmalle.