Manuel Serén, el patrón del barco Sin Querer Dos, que naufragó este mediodía frente a las costas gallegas, era un hombre con una fuerte vinculación con el mar y mucha experiencia a sus espaldas. Toda su vida se ha dedicado al sector de la pesca al que en mayor o menor medida se han vinculado también su mujer, vendedora en la plaza de Cambados, y uno de sus dos hijos, también marinero. El hijo menor reside en Gijón desde hace años desarrollando su labor profesional en el sector de la restauración. Actualmente trabaja como cocinero en el Club de Tenis de Oviedo. Una vez conocida la tragedia el joven se desplazó a Galicia para seguir las labores de búsqueda.

Serén (con dos nietos: un niño y una niña), era uno de los profesionales del mar más queridos y respetados de Cambados, una tierra en la que hoy todos buscan respuestas. El gallego pasó unos días con su hijo el pasado fin de semana en Asturias. El domingo el barco atracó en Gijón, en donde permaneció hasta la madrugada del lunes. El objetivo era evitar que el temporal que azotaba esos días en el Cantábrico pillara a los marineros en el mar. "No sabemos lo que pasó, no había temporal, tiene experiencia, no lo entendemos...", acertaban a aventurar esta tarde fuentes familiares.

En el momento del suceso Serén y su tripulación volvían a Galicia a disfrutar de las fiestas de Navidad con sus familiares y amigos después de trabajar en el País Vasco. Varios de los marineros habituales del Sin querer Dos estaban de baja laboral y no pudieron realizar el viaje que finalmente acabó en tragedia.