Tres muertos y un desaparecido es el trágico balance provisional del naufragio del Sin Querer Dos, un barco del cerco de Portonovo que se hundió poco antes de las dos de la tarde de ayer entre Carnota y Muros, a unas cuatro millas y medio al Sur de Fisterra. Todas las víctimas son de Cambados, un pueblo de la ría de Arousa que permanece consternado por el accidente marítimo más grave de su historia reciente.

Los fallecidos tienen entre 44 y 56 años y todos estaban casados y tenían hijos. Son el patrón, Manuel Serén Pérez, y los marineros Teófilo Rodríguez Galiñanes y Bernardino Padín. Al cierre de esta edición, no había aparecido el cuerpo de Guillermo Casais Bravo.

Miembros de familias muy conocidas en Cambados, el Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial, ha puesto a media asta las banderas del consistorio y este mediodía se guardará un minuto de silencio por las víctimas en la Praza do Concello.

El Sin Querer Dos había estado pescando en el País Vasco y regresaba vacío a su puerto base en Portonovo. La tripulación iba a pasar en casa las vacaciones de Navidad, y el temporal les obligó a refugiarse el martes en A Coruña. Hicieron noche en la ciudad herculina, y ayer por la mañana retomaron la travesía hacia Portonovo.

El viaje transcurrió sin complicaciones durante esas primeras horas y a mediodía los armadores mantuvieron una conversación con la tripulación del barco para interesarse por su situación. En esa conversación, el patrón del Sin Querer Dos manifestó que el retorno estaba transcurriendo con total normalidad.

Pero algo sucedió poco antes de las dos menos cuarto de la tarde, cuando la nave pasaba por una zona conocida como Baixos Meixidos. Eran las 13.49 horas cuando Salvamento Marítimo recibió la alerta de la radiobaliza del pesquero. De inmediato se alertó a los barcos que había por la zona y a los equipos de emergencias.

Por el momento se desconocen las causas del hundimiento. Presuntamente, el buque sufrió un golpe de mar y eso lo hizo escorar. La tripulación no fue capaz de recuperar la estabilidad de la nave y al quedar con la quilla en vertical, el naufragio se produjo prácticamente de forma instantánea.

A las 14.25 horas, el arrastrero Hermanos Silva, de Fisterra, comunicaba que ya estaba en la zona, y que había rescatado con vida a dos de los náufragos, que se habían refugiado en una de las balsas salvavidas del Sin Querer Dos. Poco después, el Meira da Costa, de Muros, rescataba a otros cuatro supervivientes, que como los anteriores, habían logrado alcanzar una de las balsas. Todos ellos fueron trasladados a centros sanitarios, sin daños físicos graves.

Empezaba entonces la desesperada cuenta atrás para intentar dar con los cuatro hombres que permanecían desaparecidos. El helicóptero Helimer 401 no tardó en encontrar uno de los cuerpos sin vida de los pescadores, y la Régulus sacó del agua otros dos sobre las tres de la tarde.

La identificación de los cadáveres no se produjo hasta ya entrada la noche. Una situación que fue vivida con angustia en Cambados, donde durante horas se sucedieron los rumores e informaciones erróneas sobre la identidad de los muertos y del desaparecido.

La identificación se hizo en Porto do Son y en ella participó el patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa. Las familias de las víctimas se habían desplazado en coche hasta esta localidad, tras viajar inicialmente a Muros. Estaban acompañadas por la alcaldesa de Cambados, Fátima Abal, quien afirmó que era "una tragedia. "Estamos todos conmocionados. Es el peor momento que he vivido como cambadesa, uno de los momentos más trágicos que recuerdo", reconoció.

El operativo de búsqueda por aire se suspendió al caer la noche, pero en la zona quedó haciendo sondeos durante toda la madrugada el buque Don Inda.

Desde Salvamento Marítimo destacan que las condiciones meteorológicas frente A Costa da Morte eran muy adversas durante la jornada de ayer, con olas de entre cuatro y cinco metros de altura y vientos del Oeste de fuerza de 20 a 25 nudos.

Armadores de Cambados con mucha experiencia señalaron que las proximidades de la zona por la que bajaba el Sin Querer Dos son extremadamente peligrosas, por la existencia de bajos y piedras submarinas, pero que el cerquero siniestrado iba a cierta distancia de esta zona crítica.

Ayer declararon ante la Guardia Civil del mar los supervivientes del trágico accidente, entre los que se encuentran un cambadés, J.C.C., dos vecinos de Portonovo (Sanxenxo), un marroquí y dos senegaleses. La tripulación habitual del Sin Querer Dos está formada por entre 14 y 16 hombres, pero en esta campaña salieron con 10, dado que hay cuatro trabajadores de baja médica, y uno de los pescadores senegaleses está en su país de origen. Uno de los marineros cambadeses que se encuentra en esta situación contaba en su viaje desde Porto do Son a Cambados que formo parte de la tripulación habitual. "Pero cogí una baja hace 15 días porque voy a operarme. Ahora, lo único que quiero es estar junto a mis compañeros", aseguró.

La tragedia ha teñido de luto las Navidades de Portonovo, donde tenía su puerto base el cerquero y de Combarro, de donde procede el armador, Víctor Muñiz, propietario de la empresa Pescados Vixa, que es a su vez la dueña del barco siniestrado. A lo largo de la jornada se sucedieron las muestras de pésame y dolor de colectivos y dirigentes políticos, como los presidentes del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.