Cambados vive los días previos a la Navidad en estado de shock mientras asimila el resultado de una tragedia brutal, la de cuatro vidas perdidas en el mar, ese mar que es fundamental para la vida en la villa del albariño pero que, en muchas ocasiones, se cobra un excesivo tributo, como el que supuso en la jornada del pasado miércoles el hundimiento del Sin Querer 2 a 4,5 millas de Fisterra.

Los cuerpos de tres de sus vecinos (Manuel Serén, Teófilo Rodríguez y Bernardino Padín) se encuentran en el pabellón de O Pombal, donde serán velados hasta las 16.00 horas de hoy, cuando se celebre el funeral.

Más dura, si cabe, es la situación para la familia de la cuarta víctima, Guillermo Casais, cuyo cuerpo no fue hallado aún por los servicios de salvamento que peinaron la zona en las dos jornadas que transcurrieron desde el hundimiento del barco con base en Portonovo.

Acostumbrados a vivir juntos durante horas y horas de marea, las familias de las tres víctimas localizadas del S in Querer Dos solicitaron al Concello un espacio conjunto para la capilla ardiente. Y hasta allí envió la Cruz Roja a grupo de psicólogos especializados en atender este tipo de tragedias. "La familia está viviendo unos momentos muy duros al estar a la espera de la aparición de su cuerpo; sus padres son muy mayores y se había casado recientemente", recordó Fatima Abal, alcaldesa de Cambados,