Japón anunció ayer su retirada de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) para "reanudar la caza comercial el próximo julio", desafiando a los defensores de los cetáceos 30 años después de haber puesto fin a esa práctica, al menos oficialmente. El representante del ejecutivo, Yoshihide Suga, explicó que Japón se abstendrá de cazar "en aguas de la Antártida o en el hemisferio Sur", por lo que la actividad estará "limitada a las aguas territoriales y a la zona económica exclusiva" de Japón.