Un nuevo informe encargado por el Comité de Pesca del Parlamento Europeo, realizado por el Departamento Político para Políticas Estructurales y de Cohesión perteneciente a la Dirección General de Políticas Internas de la Unión, apunta que los países miembros solo usaron un 7% del total del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) aprobado para el periodo comprendido entre el 2014 y el 2020. Los estados que forman la UE usaron, a falta de apenas 11 meses para que expire, solo 559 millones de euros de los 7.989 millones disponibles.

El estudio Implementación e impacto de las principales medidas del Fondo de Pesca (FEMP) sobre la Política Pesquera Común y la propuesta del FEMP posterior a 2020 -que será analizado por el Parlamento Europeo en una audiencia- señala que hay tres factores que influyen en la baja demanda que tienen estos fondos: un marco administrativo complejo, el diseño de políticas y las incertidumbres asociadas con factores circunstanciales, como podría ser el Brexit. Sin embargo, el que más repercutió en el poco uso de estas ayudas es la burocracia, ya que la carga y los costes administrativos del FEMP aumentaron entre un 7% y un 15%.

El fondo se incorporó para mejorar la coordinación entre la cohesión y los fondos estructurales y para simplificar y reducir los costes, pero en vez de reducir los trámites "se generó un marco complejo de treinta regulaciones directamente aplicables en la implementación". Estos factores provocaron que el FEMP empezara a desarrollarse en el 2016, dos años más tarde de haber entrado en vigor.

El informe indica que las mayores dificultades están relacionadas con las medidas que tienen reglas complejas y problemas de interpretación por culpa "de un diseño de políticas bastante ambiguo". En este caso se incluyen como ejemplos la formación y el relevo generacional o el reemplazo de motores.

El estudio también indica que las prioridades políticas a corto plazo no avanzan según lo esperado, como es el caso de las medidas de apoyo para la obligación de desembarque. "Tienen una aceptación limitada por parte del sector", concreta el informe. Otras fuentes que alimentan la incertidumbre y que actúan como disuasorias para los países miembros son el resultado final que tendrá el Brexit o una posible regulación restrictiva que se pueda dar en el Mediterráneo.

Los autores del estudio concluyen que las partes interesadas y los beneficiarios de los fondos pesqueros europeos señalan que las solicitudes "engorrosas", las bajas tasas de cofinanciamiento y las limitaciones de los criterios de elegibilidad "reducen el atractivo del FEMP".