El pleno del Parlamento Europeo dio ayer su visto bueno a la renovación del acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos. Los 415 votos a favor, 189 en contra y las 49 abstenciones posibilitan que la flota española vuelva a faenar en un caladero histórico del que se benefician 90 barcos nacionales, en su mayoría relacionados con la pesca artesanal de Andalucía y Canarias. Sin embargo, la flota gallega también mantiene muchos intereses en aguas del norte africano, ya que el pacto incluye cinco licencias para arrastreros demersales gallegos que faenan a la altura del Sáhara Occidental. "Es una buena noticia porque es un acuerdo muy necesario. Ahora interesa saber cuándo se podrá faenar, ya que en todo 2018 prácticamente no se pescó", señala la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef). Por este motivo, la flota gallega pedirá levantar de forma excepcional la veda prevista para abril y mayo, para así poder iniciar la pesca lo antes posible.

El anterior acuerdo expiró el 14 de julio del año pasado envuelto por la polémica generada por una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) -a raíz de una denuncia de la organización Western Sahara Campaing (WSC)- en la que declaró como "válido" el acuerdo en un texto confuso en el que excluía al Sáhara Occidental y sus aguas adyacentes, donde se concentran el 90% de las capturas de la flota comunitaria. Unos días después (el 25 de julio), la UE volvía a firmar un acuerdo de pesca con Rabat y se iniciaba el periplo de ratificación.

Pese a la división entre los europarlamentarios a finales del año pasado, finalmente ayer llegó el plácet en Estrasburgo. El Gobierno español, a través de su ministro de Pesca Luis Planas, y el marroquí celebraron el acuerdo, que supone crear 138 licencias para la flota comunitaria con una contraprestación económica para el país africano de 52 millones de euros anuales (de los que unos 12 millones deberán ser abonados por los armadores europeos).

Haz click para ampliar el gráfico

Entre estas licencias se incluyen cinco para el arrastre congelador gallego. Se trata de permisos empleados por Anacef, cuya flota busca acomodo en este tipo de pactos tras la expulsión en 2012 de Mauritania. "Teníamos miedo a que una parte del Parlamento votase en contra; habría un peligro importante", explica el presidente de la asociación, Francisco Freire.

Planas indicó que la flota podrá faenar antes del verano, pero en el caso del arrastre existen dos vedas (de abril a mayo y del 15 agosto al 15 septiembre) que imposibilitarían regresar al caladero hasta el 1 de junio. Los cefalopoderos señalan que ante la falta de ratificación del acuerdo con Guinea-Bisáu (su principal caladero en la actualidad) el de Marruecos es indispensable. Por eso solicitarán levantar de forma provisional la veda. "Lo vemos algo lógico, sobre todo teniendo en cuenta que en 2018 prácticamente no se pescó", comenta Freire.

La flota española celebró el pacto a través de la patronal Cepesca (y su secretario general, Javier Garat), pero deberá aguardar a la ratificación del parlamento marroquí y a la rúbrica del rey Mohamed VI. Sin embargo, el ministerio de Exteriores del país africano ya festejó ayer el pacto, ya que a su juicio "confirma que el reino de Marruecos es el único jurídicamente habilitado, en el marco del ejercicio de su soberanía, a negociar y firmar acuerdos que incluyan al Sáhara marroquí".

En Galicia, la eurodiputada del BNG Ana Miranda recordó que el pacto "viola el derecho internacional" y recordó que lamentablemente "legitima la ocupación ilegal".