Los gobiernos de la Unión Europea han aprobado el nuevo plan plurianual de pesca en aguas del Atlántico, que afecta a la flota española y a la de otros seis países europeos y que incluye todos los stocks "relevantes", tanto especies demersales como de profundidad.

El visto bueno de los Veintiocho es el último paso para su adopción formal, después de que el Parlamento Europeo diera luz verde al plan a mediados de febrero, y las nuevas normas se aplicarán desde el día después de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea.

El objetivo de dicho plan es garantizar un nivel de oportunidades de pesca que asegure que menos del 5% de cada especie corre el peligro de ver reducida su capacidad reproductiva.

Así, intenta alcanzar el rendimiento máximo sostenible (RMS) para cada stock lo antes posible y de forma gradual hasta 2020 e incluye medidas para recuperar aquellos que sufren un deterioro importante, incluida la posibilidad de suspender una pesquería determinada

Además, contribuye a eliminar los descartes reduciendo las capturas accesorias e implementando la obligación de desembarque.