Jorge López lleva 25 años dedicándose al marisqueo y desde el pasado mes de octubre es el patrón mayor de la cofradía de Barallobre. El pasado mes de febrero el pósito tuvo que presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para cinco trabajadores ante la supresión de la ayuda de vigilancia y asistencia técnica. Pero este no es el único problema al que se enfrenta López, ya que los bancos marisqueros de la ría se encuentran en una situación delicada y apenas hay producción de marisco.

- ¿Qué le llevó a presentarse candidato a patrón mayor?

-Dirigíamos un proyecto en el mes de mayo en la ría de Ferrol. Éramos socios de la cofradía y vimos que la cosa iba mal y creamos un proyecto para intentar regenerar la ría porque veíamos que se estaba ahogando. Nuestra misión era recuperar todos los bancos perdidos, las zonas que teníamos con lodos y fangos, intentando analizarlos para ver cuál era la mejor solución para que fueran otra vez útiles.

- ¿Qué le pasa a la ría?

-Al no haber circulación de aguas ni corrientes, los lodos se acumulan y van subiendo para arriba y nos producen daño, e intentar un poco que el marisco, la semilla, vuelva para arriba en nuestro banco principal, el de As Pías. Después buscamos resembrar toda la ría en las zonas que están bien, pero no tenemos semilla. Por eso pedimos a las empresas colindantes que nos echarán una mano viendo la situación que teníamos en la ría de Ferrol, ya que la Administración no puede subvencionarnos ni dar semilla. Tuvimos una buena aceptación por parte de las empresas y con el dinero que nos dieron compramos semilla y la fuimos echando en diferentes partes de la ría.

- ¿La situación de los bancos marisqueros no es la ideal?

-El de As Pías está en lo peor de la historia, no produce semilla. Estamos intentando reunirnos con la Administración porque entendemos que hay un problema grave. Ellos entienden que sí, que puede haberlo, pero no conseguimos concretarlo. Puede ser el cambio climático, los años que no hubo depuración en la ría, los lodos, el cambio de corriente, los rellenos que hubo... El problema es que el banco principal no cría semilla, por lo que no tenemos marisco de talla para vender, ni pequeño ni grande. El pequeño es el que nos valdría para futuras fechas, pero no tenemos ni ese tampoco. No tenemos para vender ahora ni a largo plazo.

- ¿Cuánto tiempo hace que hay problemas en los bancos?

-Son consecuencia de muchos años. Tenemos que darnos cuenta que la depuración en la ría de Ferrol empezó hace un año y hubo vertidos de empresas y de la sociedad. También se rellenaron muchas zonas buenas, se cambiaron las corrientes de la ría con esos rellenos y con el puerto exterior y su espigón. Todos esto provocó una acumulación de lodos de uno a dos metros y zonas que eran muy productivas pasaron a no tener nada. Cuando vamos a mariscar tenemos que hacerlo siempre en el mismo lugar, por lo que al final lo acabas agotando porque no le das descanso.

- ¿La Consellería do Mar no participa en la regeneración y limpieza de los bancos?

-Nos propusieron una limpieza de mejillón, que se hizo, pero entendemos que hay muchos más que se puede hacer y se lo comunicamos en las reuniones que tuvimos. Parece que nuestros criterios y los suyos son diferentes. La consellería entiende que la ría no está como decimos, pero nosotros vemos que está en un punto que si no se mira por ella acabaremos desapareciendo.

- ¿Le hicieron alguna petición a la Administración para solventar este problema?

-Le pedimos que hay que mirar la forma de hacer arados, de remover el fondo, de hacer limpieza de mejillón y del Discoverer Enterprise (que lo tenemos desde el accidente en el fondo del puente de las pías y lo único que hace es criar mejillón), e intentar echar grava y semilla para que esto sea otra vez productivo y que vuelvan a trabajar la misma cantidad de personas que antes. Hablamos de que hace unos años trabajaban 600 personas y este año pasado en Navidad solo trabajaron entre 15 y 20. Entendemos que hay un problema muy grave.

- Barallobre es una de las cofradías que sufrió la supresión de las ayudas a vigilancia y servicio técnico. ¿Están empezando a notar las consecuencias?

-Las cosas en el pósito iban bastante bien, hasta que recibimos una llamada en la que nos decían que nos cortaban las ayudas que vienen de la Unión Europea. Para nosotros fue una sorpresa porque era una cantidad muy alta que supondría, en este caso, el sueldo de tres personas. Entendemos que a día de hoy no hay arreglo, por lo que nos vimos en la obligación de tomar unas medidas drásticas: tuvimos que presentar un ERE para cinco trabajadores. El problema más gordo de esto es que tienes que echar a unos padres de familia la calle, te vas a quedar sin asistencia técnica que son los que se encargan de hacer los planes, de ir a las playas, de controlar las semillas, los tamaños y de estudiar las zonas de trabajo. Y también te quedas sin vigilancia. Si no se toman medidas, cuando nos demos cuenta los socios de las cofradías no podrán vivir de esto y tendrán que abandonar.

- ¿Les parece justo quedarse sin esta ayuda?

-No es justo porque en el momento en el que te llega la sanción automáticamente te cortan las ayudas. La multa puede ser de 10 hasta 100.000 euros. Hay gente que tiene pagada la sanción de 250 euros y le quitan una subvención de 80.000, aunque la multa ya está pagada. Pero como te la tipifican como grave, ya que es por una talla mínima, ya estás automáticamente fuera de la subvención.

- ¿Después del ERE cómo funcionará la cofradía?

-Buscamos asesoramiento para ver cómo podríamos hacer y trabajar. Solicitamos que la Administración que nos mandara a alguien para vigilar. En cuanto al biólogo, nos tenemos que poner de acuerdo con el que trabaja en la zona. En la cofradía tenía que quedar un secretario, que es el que maneja lo referente a hacer papeles y documentación, y un longevo, que sería la persona encargada de legislar el marisco y de hacer algunas ventas. Y después la gente que forma parte de la junta general tendrá que colaborar algo más para echar una mano e intentar que la cofradía sea viable.