La caballa es una de las especies sobre las que se centró el estudio sobre los efectos de la normativa de descartes en la pesca de bajura gallega. La cuota para este pescado pelágico descendió un 20% este año, lo que ha supuesto aún más precariedad para la flota que se dedica a su captura. En el caso de los cerqueros gallegos, los 107 barcos que comparten sus cupos disponen de tan solo 964 toneladas para todo el año.

La Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) se creó en 2013 para aprovechar las cuotas de cada uno de sus individuos y gestionarlas de forma conjunta. El de la caballa es uno de los casos por los que se creó Acerga, ya que las multas por sobrepesca a España merman aún más una cuota que ha descendido en los últimos años.

Con este panorama, los barcos de la asociación no se desplazarán este año hasta el Cantábrico para capturar la caballa, sino que esperarán a que la especie pase por la costa gallega para pescarla y aprovechar algo de la escasa cuota.

Sin embargo, algunos de los cerqueros que se encuentran fuera de la asociación, como los de Cerqueiros Galegos, sí se han desplazado ya al caladero, aunque la cifra de barcos también será inferior a la de otros años por el recorte en la cuota.