La flota arrastrera gallega que faena en Mauritania ha agotado la escasa cuota de merluza de la que disponían para todo el año. Los buques que se dedican a la captura de especies demersales se ven ahora contra la espada y la pared al no haber disponibles otros acuerdos de la UE en estos momentos, ya que tres de ellos (Marruecos, Guinea-Bisáu y Gambia) se encuentran en período de tramitación y el de Senegal ya tiene cubiertas las dos licencias disponibles. Para solventar la papeleta, la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef) ha logrado la cesión de 5.000 toneladas de especies pelágicas por parte del Reino Unido para faenar principalmente jurel en el mismo caladero, al mismo tiempo que pelea por conseguir más cupos de merluza.

En el caso de Mauritania tres buques estaban trabajando en la zona cuando se agotaron las 3.500 toneladas de merluza de las que disponen (sumadas a 1.450 de calamar y otras 600 de sepia como especies secundarias). Teniendo en cuenta que las más de 2.000 toneladas de cefalópodos son prácticamente imposibles de capturar debido a "las medidas técnicas en vigor en materia de zonificación" (como alertaron el año pasado los científicos que evaluaron el acuerdo pesquero), los barcos precisaban de más cuota. Así, aprovechando la normativa comunitaria que posibilita el movimiento de cupos entre asociaciones de otros estados miembro que aprovechan acuerdos pesqueros con países terceros, España „a petición de Anacef„ solicitó una cesión a Reino Unido. La asociación recibió esta semana el sí por parte de Madrid y dispondrán de 5.000 toneladas de especies pelágicas. La principal especie que capturarán es el jurel y no tanto la sardinella que tanto abunda en el caladero.

Por otro lado, desde Anacef esperan que las reuniones para renovar el acuerdo pesquero con Mauritania comiencen "a finales de mayo", para que así no suceda como con el de Guinea-Bisáu, que expiró antes de llegar a un pacto y la floa tuvo que dejar el país.