Armadores y tripulantes de barcos gallegos que históricamente participan en la campaña de la xarda ven con buenos ojos que el reparto de esta especie se lleve a cabo en base a un 50% de la cuota para la pesca dirigida y, el 50% restante, para la pesca accidental. Pero la Secretaría General de Pesca „que podría incurrir en un acto de prevaricación al aplicar conscientemente un sistema de reparto injusto„ sostiene sin enmienda que, en el caladero nacional Cantábrico Noroeste, han de primar sobre los intereses pesqueros de Galicia y Asturias los de los armadores y tripulantes vascos y cántabros a pesar de ser estos minoritarios en el conjunto de los barcos que faenan en el citado caladero.

Tres cuartos de lo mismo acontece con el reparto aprobado „con un silencio extraño por parte de la Consellería do Mar„ de la cuota de la misma pesquería realizado por la propia Secretaría General de Pesca para la provincia de A Coruña. Un reparto que otorga a los 21 barcos volanteros de Cedeira el 50% de la cuota que corresponde a esta provincia mientras que los más de 1.600 barcos con posibilidades de pescar xarda que tienen base en puertos de la provincia coruñesa han de conformarse con el otro 50%. La desigualdad es evidente.

Esta situación contribuye al descontento de la mayoría de la flota artesanal de Galicia. Los pósitos coruñeses ya han analizado la situación y afirman que no quieren enfrentarse a los volanteros, pero aun reconociendo los derechos de pesca de estos „no siempre se justifica la xarda como objetivo de esta pequeña flota„ consideran que también es su derecho defender los de los que conforman una mayoría sustancial del censo de barcos dedicados preferentemente a la captura de la caballa junto con la de jurel o sardina, que son básicamente el sostén de esta flota cada año.

Como expresando en voz alta su pensamiento, un patrón y armador integrado en la Asociación Costa da Morte de Pesca Artesanal me decía que con este tipo de reparto se concede más cuota a aquellos barcos que más descartan. Una opinión que tanto puede servir para los buques de la flota de otras artes distintas de arrastre y cerco con puerto base en la provincia de A Coruña y que tienen derecho a pescar caballa, como para las embarcaciones con licencia para pescar en el caladero Cantábrico Noroeste que, en lo que atañe a Galicia, constituyen cerca del 90% de la flota.

Las cofradías coruñesas no están solas en esta lid: en los puertos se está cociendo algo. Y depende de lo que se acuerde hoy en la reunión del grupo de trabajo integrado por las dos administraciones y el sector para la toma de decisiones que pueden modificar el actual status.