La flota gallega que faena en aguas españolas (y portuguesas), es decir, en aguas ibéricas, cerró 2018 con ventas por valor de 218,8 millones de euros. Pese a que el avance positivo en las lonjas se acumuló en los últimos años en la comunidad, el año pasado las cifras de la pesca sufrieron un revés por una caída en las capturas, que en el caso de la flota de litoral fue de más de un 20%. Sin embargo, este bajón no se tradujo en la facturación, que creció un 1,2% gracias al buen precio medio alcanzado por especies clave como la caballa, el pulpo, la lubina o el choco. Y es que por segundo año consecutivo fueron principalmente los barcos de artes menores los que ejercieron de punta de lanza en el sector al ganar un 4,6% más y alcanzar los 112 millones de euros.

Los datos que maneja la Consellería do Mar (a los que ha tenido acceso este periódico) recogen que el pasado curso todos los barcos que operan en el caladero nacional „dentro de las 200 millas náuticas de la zona económica exclusiva„ descargaron en Galicia 111.832 toneladas de pescado y marisco. La flota que logró mejores ventas fue la que forman los barcos de artes menores (la más numerosa de la comunidad), pese a que sus capturas representan el 15% del total y a que cayó el número de embarcaciones respecto a 2017 (actualmente hay 3.887).

En estos buenos datos tuvieron mucho que ver, por ejemplo, los casi dos euros de media en que aumentó el precio del pulpo, junto con los 14,88 euros de media que se pagaron por la lubina y los 8,33 que alcanzó el choco. Todo ello sumado al gran año del marisqueo gracias al despunte de la almeja japónica: 32,2 millones (un 15% más) y unos 80 céntimos de media más cara que un año antes.

Los 150 cerqueros de la comunidad también lograron aumentar su facturación al cerrar con 42,6 millones (un 2% más). Si un año antes el cabalón (o xarda pintada) había compensado las bajas capturas de otras especies principales, el descenso en la cantidad de un 25% fue nivelado gracias al buen precio medio de la caballa y la anchoa junto a la abundancia del jurel mantuvieron las ventas.

La nota negativa en el informe de la Consellería está en el arrastre de litoral. La flota que faena en aguas españolas y lusas facturó 45,5 millones, un 1,6% menos que un año antes, debido al descenso en las capturas de un 19,8%, hasta 33.362 toneladas. En este caso, el alza en los valores medios de la merluza (4,46 euros/kilo), bacaladilla (0,83), rape (5,86) no fueron suficientes para compensar la caída, a lo que no contribuyó tampoco el descenso del precio del rapante (4,28) y el jurel (0,79).

Otras flotas

Los barcos de volanta, rasco y palangre de fondo también vieron mermadas su ventas. Los 22 volanteros ganaron un 4% menos (7,8 millones), los segundos un 44% (562.000 euros, en la comunidad gallega hay tres barcos de rasco) y los palangreros un 13% (5,8 millones). Por contra, el palangre de superficie vendió pez espada y tiburón fresco por valor de 4,6 millones, un 4,8% más.

Ya fuera de aguas ibéricas, los datos de la Xunta de Galicia reflejan que la flota que pesca en aguas comunitarias tuvo un balance negativo al descargar en la comunidad gallega 20.820 toneladas (un 15% menos) y alcanzó los 100 millones en ventas (-12%).