Las lonjas de Galicia ingresaron el pasado año un total de 332.758 euros por la subasta de varias especies de algas, un crecimiento de un 36,4% en comparación con las cifras alcanzadas en 2017, cuando los centros de primera venta gallegos facturaron 243.954 euros por la venta de algas. La comercialización de este producto del mar también aumentó, aunque en menor medida, ya que los puertos de la comunidad descargaron 421 toneladas de algas el pasado ejercicio por las 363 toneladas vendidas en 2017, un 16% más. La variedad de algas que los recolectores comercializaron también se vieron incrementadas con respecto a 2017, según los datos provisionales consultados en la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar.

El golfo fue la especie más vendida el año pasado con 201 toneladas subastadas por las 151 toneladas del 2017, un aumento del 33%. Los ingresos generados por esta especie también se incrementaron, en este caso un 47% ya que se registraron 181.426 euros por los 123.627 del anterior ejercicio. El argazo, del que se comercializaron un 53% más de toneladas en 2018 (108 frente a las 70 de un año antes), fue la segunda especie más subastada en las lonjas gallegas y supuso unos ingresos de 60.151 euros, un aumento del 83% con respecto a las cifras alcanzadas en 2017, un total de 32.889 euros.

Los centros de primera venta gallegos también comercializaron el año pasado algas verdes, correas, fideos de mar, algas rojas, argazo bravo y, a diferencia con 2017, carrapicho y carromeiro. El precio medio que alcanzaron las especies subastadas no llegaron al euro por kilo. Las únicas que superaron esta cifra fueron el carrapicho y el carromeiro, ya que su cotización fue de 1,25 euros el kilo.

Planes aprobados

La Consellería do Mar aprobó para este ejercicio 24 planes de explotación para las algas como recursos específicos. Cinco corresponden a empresas (Portomuíños, Mar de Ardora, Algamar, Ceamsa y HQ Seaweed), siete a sendas cofradías coruñesas, otros 11 a pósitos de Pontevedra y uno a la profesional María Carmen Sánchez Sánchez, de A Coruña.

Portomuíños, con sede en Cerceda, está autorizada a extraer algas durante 180 días al año como máximo y tiene permiso para 15 personas que pueden recoger a pie 200 kilos por día de todas las especies excepto del golfo que no tiene un cupo fijado. Mar de Ardora, de Ortigueira, puede extraer algas 100 días a lo largo del año y tiene pérmex para tres personas ampliable a nueve de forma ocasional. En cuanto a la cantidad, tienen los mismos límites que Portomuíños.

La porriñesa Ceamsa tiene permiso para recolectar algas 96 días y cada persona puede extraer 100 kilos diarios en marzo y 150 kilos de abril a octubre en todas las especies. Algamar, también de la provincia de Pontevedra, tiene un máximo de 180 días para coger algas y hasta 15 trabajadores pueden recolectarlas, aunque tienen un límite de 500 kilos en peso húmedo y 50 en caso de que el recurso esté seco.