El sector pesquero gallego tiene ante sí un duro reto. La flota de la comunidad cuenta con 4.362 barcos y entre sus filas más de 1.500 superan los 40 años de antigüedad. Teniendo en cuenta la media de edad de los barcos de pesquerías en el extranjero (que poco a poco están siendo renovados en astilleros gallegos) o comunitarias, el grueso de ese millar y medio de barcos corresponde a la bajura, una flota que en Galicia está compuesta por más de 3.800 barcos. Tanto desde las cofradías como desde la patronal pesquera coinciden en que la vida útil de este tipo de barcos está muy cercana a su fin, si es que no la han superado ya. De ahí que el sector esté luchando en Bruselas por lograr que las ayudas para la renovación de la flota artesanal sean incluidas en el próximo fondo pesquero comunitario. "Estamos presionando en Bruselas para que se abra esa línea de ayudas. Es fundamental", explica el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), el lucense Basilio Otero.

La flota española es de las más anticuadas de toda la Unión Europea. Los 9.146 barcos cuentan con una media de 34 años de edad, tres más que el promedio comunitario. De los 9.146 embarcaciones, más de la mitad (el 51%) se encuentran en la comunidad gallega, tercera en el ranking patrio solo superada por Canarias, Murcia y Baleares. Sin embargo, la abundancia de barcos de artes menores en Galicia hace que sea el paradigma perfecto para presionar a la Comisión Europea. "Estaremos ante un serio problema si no tomamos cartas en el asunto. Hablamos de condiciones a bordo, pero también de seguridad", alertó el secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), Javier Garat.

El nuevo fondo europeo

Según vaticinan patronal y federación, el "reto" es hacer que la situación cambie "en los próximos años", para lo que ven imprescindible que las subvenciones se incluyan en el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) para el periodo 2021-2027. "Para la flota de menos de 12 metros es imprescindible y así figura en el informe sobre el FEMP elaborado por Gabriel Mato", comenta Garat sobre el texto aprobado por el pleno del Parlamento Europeo hace un mes. "Sin embargo, esto no garantiza que finalmente se lleve adelante", avanza el andaluz.

Sobre esto último las cofradías tienen otra lucha. "Nosotros discrepamos con el tema de los 12 metros de eslora", apunta Otero. El presidente de la FNCP explica que están pelando porque Bruselas incluya otra definición de los que es pesca artesanal, posibilitando que barcos que tienen más de 12 metros se puedan acoger a las ayudas. Así, apuestan por aplicar la norma adoptada por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat), que fija cinco parámetros para definir la pesca artesanal: eslora de 12 metros o menos, que faene dentro de las 12 millas de aguas nacionales, mareas de un máximo de 24 horas, un límite de cuatro tripulantes y que el arte sea sostenible. "Si un barco cumple con tres de las cinco es considerado como flota artesanal", concreta Otero.