La flota pesquera gallega tiene una media de 34 años de antigüedad, una cifra muy superior a la media europea (21,4). Por este motivo, España se presentó el martes en Bruselas de la mano de Francia e Italia con un plan de cara a incluir ayudas en el nuevo Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) para la "modernización" de estos barcos, sobre todo en el plano energético, pero también en cuanto a seguridad y habitabilidad. Pese a que la propuesta recabó el apoyo de un total de nueve Estados miembro más, la Comisión Europea fue contundente: "Esto podría ser muy negativo para la conservación de las pesquerías". Las palabras del comisario de Pesca, Karmenu Vella, han irritado a la industria implicada, tanto al propio sector pesquero como a los astilleros, que ya exigen una rectificación y acusan al maltés de mostrar "un profundo desconocimiento de la realidad".

Pese a que la apuesta de Bruselas apunta a lograr una Europa más verde y a que se proponen ayudas, por ejemplo, para renovar la flota de turismos por otros más respetuosos por el medio ambiente, la Comisión Europea parece olvidarse de los más de 82.700 pesqueros registrados en la UE. España, Francia e Italia apostaban en su memorándum por lograr subvenciones en el FEMP para una "mejora de la seguridad y de las condiciones de trabajo de los tripulantes y de la eficiencia energética", lo que implicaría también nuevas motorizaciones. Eso sí, "sin constituir un incremento de la capacidad de pesca".

Sin embargo, Vella criticó con dureza esta propuesta. "No puedo aceptar que vayamos marcha atrás", indicó, aludiendo a que estas medidas derivarían en "un aumento de la capacidad pesquera" y, a la postre, "pondrían en riesgo" las pesquerías.

"Frases así implica tener un gran desconocimiento de la realidad", lamentó el secretario general de la patronal española Cepesca, Javier Garat. A su juicio, el comisario "debería recapacitar" ya que "en ningún caso se pretende pescar más". Garat recordó que las pesquerías "se encuentran cada vez mejor y cada vez más stocks están en rendimiento máximo sostenible", algo que entiende que debería "permitir mirar al futuro con optimismo y repensarse este tipo de ayudas".

Sobre la pesca artesanal, Garat recordó que la flota que más urgencias tiene es la de bajura: solo en Galicia hay más de millar y medio de barcos que superan los 40 años. Vella también se opuso a reformular la definición de pesca artesanal „como solicitaron España, Francia e Italia„ que haría que más barcos se pudieran beneficiar del FEMP y mantiene que solo lo son considerados como tal los barcos de menos de 12 metros.

"Margen de negociación"

Tanto el Ministerio de Pesca como la Consellería do Mar optaron por seguir "dando batalla" para intentar incluir las ayudas. Desde el departamento de Luis Planas informaron que todavía "queda un largo debate" por delante y que no está todo perdido. La conselleira Rosa Quintana, por su parte, manifestó que aún "hay margen de negociación" y que es un proceso de codecisión que implica a más organismos que la Comisión Europea".

Y es que el próximo mes la UE presentará un documento de posición común en la reunión del Consello de Ministros de Pesca. Todo ello mientras tiene lugar el trílogo (junto al Parlamento Europeo y la Comisión) sobre el tema. Por cierto, entre los otros nueve Estados miembro que apoyaron a España estaba Malta, país del comisario de Pesca.