El jurel es una de las especies más importantes para la flota gallega, sobre todo para la de cerco y arrastre. En lo que va de año las capturas no acompañan a los barcos pesqueros, aunque en la lonja de A Coruña los números son mejores que el año pasado a estas alturas. Hasta el 17 de mayo, el puerto coruñés descargó 2.159 toneladas de la especie por las 1.739 del anterior ejercicio, un aumento del 24,2%. Los ingresos generados por la subasta de esas 2.159 toneladas ascendieron a los 2,4 millones de euros, un incremento del 43% ya que en 2018 la cifra había sido de 1,7 millones de euros, según los datos provisionales de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar.

A nivel Galicia los números decrecen ligeramente, sobre todo en cuanto a descargas. Los centros de primera venta de la comunidad comercializaron 4.661 toneladas de jurel por las 4.713 toneladas del pasado año, una caída del 1,1%. La facturación sí que creció, concretamente un 11% ya que las lonjas ingresaron 5,5 millones de euros, mientras que en 2018 se habían generado 4,9 millones de euros.

La lonja de Muros fue la que sufrió la mayor caída de las descargas. Hasta mediados de mayo se comercializaron 77 toneladas de la especie, sin embargo en el mismo periodo de 2018 la cifra era de 321 toneladas, un descenso del 76%. El patrón mayor de la cofradía de Muros, Daniel Formoso, apunta que esta caída está relacionada con las diferentes zonas en las que se captura la especie. "Los barcos la venden dependiendo dónde la pescan, si lo hacen cerca de la lonja vienen, sino van al puerto más próximo porque el gasoil está a un precio alto", puntualiza Formoso.

Campaña "floja"

Tanto el cerco como el arrastre coinciden en que la campaña de jurel no es abundante, sobre todo en comparación con otros ejercicios. "Hasta ahora está siendo un año muy flojo de capturas", lamenta el representante de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García. El secretario xeral de la Organización de Productores PescaGalicia-Arpega-O Barco (OPP-31), Torcuato Teixeira, sostiene que sí entra jurel, pero no en las mismas cantidades que lo hacía antes. "Llevamos casi tres años en los que no hay abundancia de la especie, sobre todo en la zona VIIIc „del golfo de Vizcaya a Fisterra„", puntualiza Teixeira.

Para el cerco gallego el jurel se convirtió en su especie "salvavidas", porque es casi la única que pueden pescar de forma continua. "Esperamos tener cuota durante todo el año. Para eso en la asociación pusimos un cupo diario de 600 kilos por hombre", señala García. El temor que ronda al sector está relacionado con el futuro de la especie ante la pesca continuada que se hace de ella. "Ese es nuestro miedo, que se resienta por tirar tanto de ella. Tarde o temprano se pagará", matiza el portavoz de Acerga. El resto de especies que captura el cerco no pasan por su mejor momento. A la poca cuota disponible de caballa se unen la escasez de sardina y la falta de cabalón.