El sector pesquero del Cantábrico Noroeste no se pone de acuerdo. El reparto de la caballa no es el único punto en el que no encuentran consenso, sino que también se une la gestión de la raya en la zona. El año pasado se había presentado un plan conjunto „donde marcaban tres periodos de actividad con diferentes cantidades y en función de la época del año„ en el que estaban el arrastre, las artes menores gallegas y las federaciones del Cantábrico Noroeste. Sin embargo esta vez no hubo consenso a pesar de las intenciones. "Intentamos que la gestión fuera como la del año pasado, pero no llegamos a un acuerdo entre nosotros. Asturias lo quería de una forma, Cantabria de otra, nosotros de otra, por lo que al final Madrid se encarga de ella", señala el presidente de la Federación Galega de Confrarías, José Antonio Pérez.

Por el momento, el Ministerio de Pesca no estableció ningún tope en las capturas, pero sí que se dividió la cuota para que esté disponible a partir del mes de octubre. "Miran qué cantidad hay de cada especie y ponen un porcentaje para consumir. Cuando esa cantidad se acaba cierra las capturas, mientras que el resto de ese porcentaje guardado se deja para octubre y noviembre, que es cuando más se pesca", apunta Pérez, que añade que lo que se busca con esta idea es "que la pesquería esté abierta todo el año".

El pasado lunes la Secretaría General de Pesca comunicó el cierre de la pesquería de la raya mosaico ( Raja undulata) en la zona VIIIc „del golfo de Vizcaya a Fisterra„ a partir de las 00.00 horas del 21 de mayo, que se une a la clausura de la zona IXa „desde Fisterra al golfo de Cádiz„ del pasado 5 de abril, por lo que los pesqueros no podrán capturar más esta especie. Para la flota gallega no es algo definitivo, ya que la mosaico solo es una de las distintas rayas que captura.

Por el momento no es la época fuerte de pesca de la especie ya que el sector se vuelca más en esta pesquería a partir del mes de octubre cuando se abre la extracción de la centolla „complemento importante en Navidad„ en Galicia. De ahí la intención del sector en alargar la cuota el máximo tiempo posible para que le dure todo el año (la cantidad para 2019 es de 1.472 toneladas). "Ahora no nos dedicamos mucho a ella, no se pesca tanto tampoco porque su valor no es tan alto. En septiembre, octubre y noviembre sí vamos más", indica el también patrón mayor de la cofradía de Ribeira.

La raya es una de las especies que están exentas de la obligación de desembarco. Las embarcaciones que, por ejemplo, capturen ahora la mosaico podrán devolverla al mar sin contabilizarla como descarte. La especie quedó exenta de esta normativa gracias a un estudio que demostró su alta supervivencia, proyecto en el que colaboraron la Federación Galega de Confrarías y el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Tras los resultados de este trabajo, la federación trabaja en la posibilidad de hacer nuevos estudios sobre otras especies, "pero aún no decidimos en cual centrarnos", matiza Pérez.