Galicia tiene unos 400 barcos que pueden faenar bajo la modalidad del xeito, un arte de pesca artesanal que tiene la sardina entre sus principales capturas. Sin embargo, la especie está pasando por un mal momento (según los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar, ICES) y el cupo se ha visto drásticamente reducido en los últimos años, siendo 2019 en el que menos posibilidades de pesca se han adoptado. En concreto, el xeito dispone 65,08 de las 2.532 toneladas disponibles hasta el 31 de agosto y justo ahora que se acerca la época estival la cuota empieza a flaquear. Con casi la mitad del cupo gastado, el sector no quiere ver la sardina pasar y ha iniciado contactos con el cerco de la comunidad para lograr una cesión que les permita seguir trabajando más allá de junio.

El precio medio de la sardina en lonja durante los cinco primeros meses del año ha crecido casi un euro el kilo con respecto al mismo período de tiempo del año pasado. Y el xeito fue el principal beneficiado. Su pesquería estuvo abierto desde el pasado 1 de enero en base al plan de gestión, que en principio no restringía su actividad, como sí hace para el cerco. Hasta mayo, la flota capturó 31 toneladas y este segmento de la bajura aprovechó los buenos precios.

El sector se reúne periódicamente con la Consellería do Mar para controlar al máximo la pesquería, sobre todo en lo que respecta al volumen de descargas. En base a estas reuniones se fueron fijando los límites a la pesca, que en el primer trimestre del año fue de cinco toneladas en total, lo mismo que en abril.

Lo que se esperaba se tradujese en unas 20 toneladas de consumo se fue a las 31 actuales, lo que ha hecho que las negociaciones con el cerco comiencen, especialmente con la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), que aglutina a 102 de los 150 cerqueros de la comunidad autónoma. Este segmento de flota dispone en total de 1.480 toneladas en el caso del Cantábrico Noroeste y 986 en el del Golfo de Cádiz.

Entienden desde el xeito que con 20 toneladas más sería suficiente para asegurar la viabilidad de los barcos "más allá de mediados de julio". En caso de que no prosperen las charlas, las cofradías y la Consellería do Mar ya han acordado un tope de 20 kilos por barco y tripulante, con lo que se intenta estirar la cuota lo máximo posible.

"Ahora es cuando empieza la campaña de verdad", comentó ayer el patrón mayor de la cofradía de Redondela, Clemente Bastos, una de las que más barcos de xeito tiene. A su juicio, "sardina no va a faltar" para fechas clave como San Juan, pero teme por otras citas clave del verano. "La idea era disponer de 15 toneladas para cada mes: junio, julio y agosto. Veremos qué pasa", lamentó Bastos.

Escasa cuota para todos

España y Portugal acordaron este año un tope de 10.800 toneladas para ambos países, de las que el 70% se podrá capturar hasta el 31 de agosto, repartiéndose en un 35% para la flota española y el resto para la lusa. El ICES, sin embargo, publicó esta semana una nueva recomendación que sitúa el máximo que se debería pescar en 7.000 toneladas para poder recuperar la especie. El cerco de ambos países ya ha puesto el grito en el cielo y acusan a los científicos de "omitir" los buenos datos obtenidos en las recientes campañas científicas en el caladero ibérico.