El arrastre gallego que vive de los acuerdos pesqueros de la Unión Europea vuelve a ver la luz 20 meses después. Bruselas y Guinea-Bisáu han ratificado el pacto alcanzado el pasado noviembre y a partir del 1 de julio un total de 16 buques gallegos volverán a faenar en su caladero de referencia desde la expulsión de Mauritania en 2012. La flota de la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef) se asegura de esta forma posibilidades de pesca hasta 2024 y podrá capturar especies demersales y cefalópodos. Junto a ellos también se podrán beneficiar atuneros, palangreros y pesqueros de otras partes de España.

La ausencia de la opción de Guinea-Bisáu perjudicó gravemente la flota arrastrera gallega, que en su momento alertó que un "no acuerdo" con el país africano ponía en riesgo una facturación de 30 millones de euros en ventas cada año con la captura de unas 20.000 toneladas de pescado. Pese a los avisos y a los esfuerzos realizados el acuerdo expiró el 23 de noviembre de 2017 y las negociaciones no fructificaron hasta un año después.

La Comisión Europea ya había previsto que la flota podría regresar "a partir del segundo trimestre", pero fue el Gobierno de España el que anunció ayer que la aplicación provisional del pacto fue finalmente ratificada. La firma tuvo lugar el pasado sábado y la flota de Marín ya se encuentra tramitando las licencias pertinentes. Los 16 de Anacef pretenden faenar allí a partir de julio: tres con licencias trimestrales y el resto con permisos semestrales, con lo que estarán allí hasta el 31 de diciembre.

El ministro de Pesca español, Luis Planas, celebró ayer la renovación del acuerdo, que "añade posibilidades de pesca para la flota" respecto al anterior pacto. Así, solo en el caso de los arrastreros la categoría incluye un máximo de 30.500 toneladas de especies demersales, pelágicas y cefalópodos cada año. La mayoría corresponden a la flota española, es decir, la gallega.

"La suscripción de este acuerdo resulta fundamental para este segmento de la flota, y sirve como complemento al suscrito con Mauritania", resumen desde el ministerio, que también recuerdan que se mejoran las capturas accesorias y "se establece una obligación de contribución en especie para la seguridad alimentaria, así como el incremento en una unidad del número de marineros guineanos a embarcar por buque".

La Unión Europea paga al año 11,6 millones de euros por el acceso a estos recursos. A esta cantidad se suman otros 4 millones que serán destinados a apoyo sectorial.

El acuerdo con Guinea-Bisáu supone una nueva posibilidad para la flota gallega en la costa atlántica africana y se suma a los pactos ya existentes con Mauritania (donde faenan ahora mismo 11 barcos fresqueros y donde hay licencias para seis congeladores) o Senegal (con dos licencias para el arrastre congelador). Todavía están pendientes por entrar en vigor los acuerdo con Marruecos y con Gambia.