La flota del cerco gallega no podrá pescar más sardina ibérica. Así lo confirmó el lunes la Secretaría General de Pesca. Ayer „hasta las 20.00 horas„ fue el último día que los cerqueros y los pesqueros que usan artes selectivas como el racú y la piobardeira podían capturar la especie. El pasado 29 de junio Pesca cerraba la primera parte de la campaña „que se prolongaba hasta agosto„ ya que se había consumido la cuota asignada para ese periodo. El sector pidió a la Administración adelantar las 600 toneladas reservadas para el segundo tramo, hecho que Pesca aprobó. El día 8 se reabrió la captura de la sardina en aguas ibéricas, pero la cuota disponible se consumió antes de lo esperado. Esto no quiere decir que la especie abandone los mercados, ya que el xeito todavía puede pescarla.

"Esperábamos que las 600 toneladas duraran un poco más, pero fue debido a la xouba, que apareció y se trajeron muchas toneladas", apunta el vicepresidente de Cerqueiros Galegos, Gonzalo Pérez, que señala que por el tamaño "reducido" de este pescado más barcos lo capturan. La presencia de la xouba en aguas gallegas es algo que celebra el sector, ya que refleja la recuperación de la especie en el caladero. Para mantener esta tendencia, Pérez pide que de cara al año que viene se cierre la pesca de estos alevines para asegurar el futuro de la sardina. "No se debería dejar que se capturara xouba durante tres años. Tenemos poca cuota de sardina, pero no es necesario explotar un recurso tan necesario para recuperar el mar", sostiene el representante de Cerqueiros Galegos.

Ante la presencia de juveniles de la especie, Pérez pide a los científicos "que valoren las cosas de otra forma". "Que vengan en los cerqueros para ver la realidad, como se hizo cuando fue de la anchoa. ¿Por qué aquí no se hace los mismo?", se cuestiona el portavoz de Cerqueiros Galegos, que reclama también que se tenga en cuenta la opinión del sector: "Madrid y Europa tienen que escucharnos más", afirma.

Además de la "escasez" de cuota destinada para el cerco del Cantábrico Noroeste „2.114 toneladas„, Pérez insiste en que el cierre tan temprano de la pesquería también se debe a su gestión. "La campaña debería de empezar más tarde, a mediados de junio para cogerla cuando más valor tiene, que es ahora. Pero resulta que es cuando tenemos que dejar de pescarla", lamenta el vicepresidente de Cerqueiros Galegos, que añade que otra medida que se debería haber tomado para alargar lo máximo posible la cuota disponible era la reducción del tope semanal. "Establecer 6.000 kilos semanales por embarcación no puede ser. Con 3.000 kilos sería suficiente, empezar la campaña con 2.000 kilos en vez de 1.000 y luego subir hasta los 3.000. Hay que rebajar", apunta Pérez.

A pesar de que los precios que obtuvo la sardina en primera venta se quedan algo lejos de los registrados hace unos años, el sector considera que no estuvieron "tan mal". "La excepción fue cuando se amplió el tope semanal a los 6.000 kilos. Ahí se tiraron los precios al suelo", lamenta Pérez. El gerente de Subastas Coruña S. L., Kiko Bergantiños, apunta que ayer el kilo de la especie se subastó en la lonja coruñesa "entre los tres y los cuatro euros". "Con el cierre de la pesquería esta semana aumentaron los precios", manifiesta Bergantiños.