Desde el punto de vista de los profesionales de la pesca integrados en la asociación Aetinape "la formación dual en una modalidad legal pero no garantiza por sí sola el interés de los jóvenes por la pesca". Y si esto es así. Alguien está equivocado porque, de este modo, no se puede llegar a ese ansiado relevo generacional que los empleadores del sector reclaman.

Apunta Aetinape una solución: crear la figura del alumno y humanizar el trabajo marítimo mejorando la habitabilidad de los buques y las condiciones socio-laborales.

Si, efectivamente, el relevo generacional no se produce en la medida necesaria y la formación dual no es la panacea para conseguir interesar a los alumnos, quiere decir que existen otros problemas de fondo a los que no se da la solución adecuada. Tales problemas no son otros que la mejora de las condiciones socio-laborales ya expuestas y el propio estado de habitabilidad de la flota. Y aquí está el meollo de la cuestión porque se consideran factores importantes a la hora de embarcar.

Es evidente que los alumnos rechazan las condiciones que se les ofrecen en el sector pesquero. Tales condiciones son las que frenan a la gente joven, que opta por empleos en otros sectores.

Recuerda Aetinape que el Gobierno central estudia desde hace más de un año rebajar los requisitos formativos para mandar el mayor porcentaje de la flota pesquera que nos queda en España. Si tal rebaja se produce, el riesgo de seguridad en esa flota se incrementa exponencialmente y es muy probable que los convenios internacionales en el ámbito de la formación y la seguridad marítima de los que España es país signatario no acepten que las titulaciones náutico-pesqueras se conviertan en papel mojado.

Hace años era habitual que el marinero llegase al barco con una simple "muda" „a veces ni esto„ y una fiambrera. Pero el marinero de hoy, formado en los distintos centros de España, no quiere llegar a su buque con la mochila vacía.

Para acabar de una vez con esa falta de relevo generacional habrá que modificar muchos de los presupuestos que los empleadores barajan.