Seis años en el cargo (cuando lo estipulado por norma son cuatro) llevan a José Blanco, presidente de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), mayoritaria en el sector cerquero de Galicia, a convertirse en un colaborador más, pero sin responsabilidades en una entidad que plantó y planta cara a los problemas de este subsector de la pesca.

Si bien es difícil hacerse a la idea de que José Blanco no va a dirigir a esa flota de más de un centenar de barcos que continúan buscando soluciones a sus múltiples problemas derivados sustancialmente de unos repartos de cuotas que jamás contemplaron las necesidades reales de la flota de cerco y sin información previa de lo que la Administración central y la autonómica gallega pretendían con decisiones siempre contrarias a lo que los profesionales de la mar y la pesca entendían como verdaderas soluciones, admitiendo sin protesta el absurdo planteamiento de los "derechos históricos" de algunos barcos cuando otros, con más de 40 años de actividad no eran reconocidos como merecedores de entrar en el reparto de cuotas que otros admitían hasta el punto de convertirse en sobrantes de hasta 300 toneladas en distintos puertos de Galicia. Pero esto no lo han querido ver aquellos que mandan y los que tienen que obedecer, por más que fuese dura su protesta, tampoco hallaron los apoyos necesarios en la flota del caladero nacional Cantábrico Noroeste para intentar revertir la situación.

"El mar es de todos, pero algunos consideran que solo ellos pueden trabajarlo para su beneficio particular", comenta José Blanco, quien hace un mes planteó la necesidad de un cambio en la presidencia y la directiva de Acerga: "Tiene que entrar gente nueva, con ideas renovadoras para combatir ese mal reparto que años tras años se viene haciendo".

José Colomba, armador de menor edad que José Blanco es, con casi total seguridad, el sucesor de este. Es, Colomba, unos de los armadores que se avino a repartir con otros compañeros la cuota que le había correspondido y que, desde hace un mes, aproximadamente, ejerce como presidente en funciones de la entidad que los representa. En agosto se celebrará la asamblea que lo decidirá, pero todos apuestan por Colomba, quien tiene ante sí retos muy importantes como son la creación de la vendeduría de pescado, dar estabilidad a la flota cerquera de modo que todos los barcos tengan unos derechos que en la actualidad no se les reconocen, y pelear para lograr „a ser posible con la ayuda del gobierno y comunidades autónomas„ que los cupos de capturas se mejoren para que el sector pesquero no desaparezca.

No olvida José Blanco los 93 días de "acampada" que los cerqueros gallegos vivieron en las tiendas de campaña levantadas en los jardines de San Caetano, sin que nadie del gobierno de Feijóo tuviese la más mínima atención para ellos: "Esto no pasaría de estar aquí Manuel Fraga „afirma José Blanco„. Con él como presidente de la Xunta la pesca llevaría otro rumbo. Nosotros tardamos muy poco tiempo en entender lo que el Ejecutivo de los distintos gobiernos de Núñez Feijóo pretendía, y que no era otra cosa que primar otras opciones que nada tenían ni tiene que ver con la pesca. Pero no hemos tenido la fuerza que se supone da un sector como el nuestro, hoy en día dividido por las actuaciones de Bruselas, Madrid y Santiago".