El sector pesquero gallego conocerá en poco tiempo la decisión del Consejo de Ministros de Pesca de la UE a celebrar entre los días 16 y 17 de diciembre. Las perspectivas no son, ahora mismo, favorables a los intereses de ese sector puesto que de 72 poblaciones afectadas por el reparto de TAC y cuotas, en 32 la cuota de pesca aumentará o continuará siendo la misma, y en 40 se reducirá. El planteamiento que se baraja en estos momentos busca reducir la presión de las poblaciones de merluza (que ya se han reducido en un 20% para mantener la especie en niveles sostenibles) lo que supondría una pérdida para los pescadores de 30.000 toneladas en un reparto total de cuota de 120.309 toneladas. Pocas expectativas, pues, de modificación de la situación actual. O, más bien, un descarte efectivo de que la situación de esas pesquerías de interés económico para la flota gallega mejoren en el próximo año. El planteamiento de la CE coincide casi de pleno con el que han presentado las ONG para lograr un rendimiento máximo sostenible (RMS) en los caladeros del Atlántico y el mar del Norte.

Las posibilidades de pesca en esos caladero en 2020 se presentan, por tanto, con reducciones casi generalizadas: de un 20% en la pesquería de la merluza en aguas ibéricas. La misma especie sufrirá un recorte del 19% en los caladeros del mar del Norte, mientras que el jurel será especie en disputa por la reducción de un 50% en aguas comprendidas entre el sur de Fisterra y el peñón de Gibraltar. En los caladeros de Gran Sol, el humilde y sabroso jurel se reduce „si se mantienen las previsiones„ en un 41%.

La previsión de recortes, no obstante, no queda aquí. También afectan al rape, que se reduce en un 3%, si bien es cierto que la cuota de esta especie ampliará en un 7% en Gran Sol y un 8% en el Golfo de Vizcaya. La solla podría recuperar posibilidades de captura en un 20% en aguas del Norte y del 10% el abadejo en aguas ibéricas, caladeros del Norte y Gran Sol . Y la tan debatida cuota de cigala (especie que se dice es abundante en aguas comunitarias) se reducirá un 23% en aguas españolas entre Fisterra y la frontera de Portugal y del Golfo de Cádiz. En aguas Ibéricas y del norte se propone asimismo una reducción del 40% en la cuota de lenguado de aguas ibéricas y del norte.

La propuesta de Bruselas aumentaría las capturas de algunas pesquerías en buen estado: del 12% del gallo en aguas ibéricas ibéricas, aguas portuguesas y del Golfo de Cádiz y de un 5% en el Golfo de Vizcaya.

En resumen: la Comisión Europea plantea una reducción de cuotas en 40 reservas del Atlántico y mar del Norte, y aumentar o mantenerlas en otras 32. Son aguas en las que este año 2019 se pescaba a niveles de rendimiento máximo sostenible, el mayor que se puede permitir, en 59 reservas, cuando hace diez años, en 2009, la producción potencial solo afectaba a 5 reservas.

No se prevén alegrías, ni mucho menos, para el sector pesquero gallego. Como ocurre desde hace 20 años.